Sábado, 5 de noviembre de 2011 | Hoy
CINE › COMENZó EN LA CIUDAD BRASILEñA DE MANAOS EL 8º AMAZONAS FILM FESTIVAL
El Teatro Amazonas, que Werner Herzog usó para su célebre film, es la sede central del encuentro, donde se verán 33 cortos y largometrajes en tres muestras competitivas. El estudiante, de Santiago Mitre, es la representante argentina.
Por Oscar Ranzani
Desde Manaos
La primera imagen desde el avión aterrizando impresiona: una frondosa vegetación ocupa casi toda la vista desde la ventanilla y es difícil distinguir algún edificio o rasgo urbano. Sin embargo, cuando toca tierra, el visitante se encuentra con una ciudad altamente industrializada, con comercios de todo tipo, a la que no le falta casi ninguna comodidad y que sería una más si no fuera porque se instaló en plena selva amazónica. Fundada en 1669 por los portugueses, Manaos ocupa once mil kilómetros cuadrados al norte del Mato Grosso, tiene casi dos millones de habitantes y está situada cerca de la confluencia del río Negro con el Amazonas. Su nombre proviene del pueblo originario Manaos, que habitaba estas tierras antes de que el hombre blanco diezmara esta cultura y geografía: “Madre de los Dioses” es la traducción correcta. No cabe duda de que estando en este sitio hay que invocarla seguido para poder disfrutar del paisaje: llueve todos los días. Pero se trata de chubascos que no duran más que unos minutos y que funcionan como un bálsamo contra el calor y la humedad reinantes que, por momentos, transforman el aire de la ciudad en una masa agobiante. Buscando promover la cultura de la región, la Secretaría de Cultura del estado de Amazonas organiza desde hace ocho años un festival de cine internacional que crece en cada edición.
El 8º Amazonas Film Festival se está desarrollando desde el jueves a la noche y continuará hasta el 9 de noviembre. A lo largo de estos días se exhibirán 33 films, divididos en tres muestras competitivas: largometrajes, cortos de Brasil y cortos del Amazonas. La sede central del certamen es el Teatro Amazonas, donde el director alemán Werner Herzog filmó escenas de Fitzcarraldo. El film de apertura fue a tono con el lugar: Xingu, del brasileño Cao Hamburger (con producción del internacional Fernando Meirelles), relata, en clave de ficción, una historia real. Es la de los hermanos Orlando, Claudio y Leonardo Villas Boas, quienes se relacionaron con diversos grupos de pueblos originarios que, prácticamente hasta su llegada, no habían tenido contacto con el mundo exterior. Dominados por un espíritu humanitario, los Villas Boas pudieron ver el peligro que corrían estos indígenas en cuanto a la posibilidad de perder sus territorios y que su cultura fuera eliminada. La solución que encontraron los hermanos fue crear una reserva en la misma selva amazónica, donde diversos grupos originarios pudieran ser trasladados. Así fue como dieron nacimiento, en 1961, al Parque Indígena Xingu, una reserva de 25 mil kilómetros cuadrados situada en el estado de Mato Grosso. Como se notará, la temática de la película de apertura del 8º Amazonas Film Festival fue acorde a la geografía y a la discusión no saldada sobre el respeto a los pueblos originarios que aún en la actualidad es motivo de controversia. Pensada como una superproducción, Xingu describe la épica de los hermanos Villas Boas y contó con la colaboración de actores indígenas que facilitaron, en parte, el rodaje en plena selva, difícil de por sí.
La competencia internacional está compuesta por ocho largometrajes. El cine argentino está muy bien representado por El estudiante, ópera prima de Santiago Mitre. El cineasta buscará cautivar al público extranjero con esta especie de thriller que narra el ascenso político de un joven del interior del país que viaja para estudiar en la Universidad de Buenos Aires y se encuentra con todo un mundillo político, del que pronto formará parte. Este nuevo examen que rendirá El estudiante permitirá comprobar que, más allá de algunas características muy argentinas –en cuanto al manejo de los códigos políticos que narra– puede entenderse en cualquier lado. Y su director, presente en Manaos, buscará alzarse con el galardón de la competencia, luego de su exitoso paso por el Bafici y el Festival de Locarno (en ambos conquistó el Premio Especial del Jurado), y antes de su presentación en el Festival de La Habana, en diciembre próximo.
Brasil está representado por tres títulos. Uno de ellos es Eu receberia as piores noticias dos seus lindos labios, de Beto Brant y Renato Ciasca, quienes convocaron a la actriz Camila Pitanga para interpretar a una mujer que se involucra en un triángulo amoroso junto a su esposo y un fotógrafo. El otro largometraje brasileño es Os últimos cangaceiros, documental de Wolney Oliveira, que enfoca sobre un grupo de forajidos que durante más de sesenta años ocultaron su identidad. Hasta que uno de ellos, a los 95, decide desempolvar los secretos de una vida tan peligrosa como inquietante. Finalmente, el tercer film que representará a Brasil es O carteiro, dirigido por Reginaldo Faria –también actor–, quien regresó a la realización después de 27 años con un melodrama ambientado en un paisaje bucólico, donde un joven cartero, amante de la poesía, tiene la costumbre de violar la correspondencia que debe entregar.
En la competencia de largos también se exhibirá el film iraní A separation, de Asghar Farhadi, que aborda la historia de un matrimonio que consigue una visa para irse de su país en busca de un mejor destino. Pero cuando todo estaba más o menos decidido, el hombre da marcha atrás por temor a dejar a su padre enfermo del mal de Alzheimer. Desde Francia llegará La source des femmes, comedia dramática del franco-rumano Radu Mihaileanu, que compitió en el Festival de Cannes. El núcleo de la historia es una insólita “huelga de sexo” que Leila, una joven casada, propone al resto de las mujeres de un pueblo ubicado en el norte de Africa, debido a que la tradición indica que las mujeres tienen que buscar agua en lo alto de una montaña, bajo un sol que raja la tierra. La propuesta de Leila apunta a que los hombres colaboren en esta tarea inhumana del traslado del agua a la aldea.
El segundo largometraje de Julie Gavras, Late Bloomers, luego de presentarse en la Berlinale, llega a Manaos, con una historia tejida con grandes actores como Isabella Rossellini y William Hurt. Se trata de una comedia romántica que enfoca sobre un matrimonio de sesentones que enfrentan los temores a envejecer. Finalmente, la competencia ofrecerá la coproducción estadounidense-inglesa The first grader, de Justin Chadwick. Basada en una historia real, la película narra la historia de un líder keniano de 84 años quien, luego de haber luchado toda su vida por la libertad de su país, desea ir a la escuela y recibir la educación a la que nunca pudo acceder, aunque esta decisión implique compartir clases con niños de seis años.
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