El festival de cortometrajes de la Unión de Cineístas de Paso Reducido de Argentina llegará dentro de diez días a su edición número 38, aunque no será igual a las anteriores. Es que, por primera vez desde su inauguración en 1979, el evento de cortometrajes más importante del país no se desarrollará en Villa Gesell, sino en la vecina ciudad de Pinamar. El primer interrogante que surge es si alterará su esencia este cambio de sede tan acentuado como impensado meses atrás. Para obtener la respuesta habrá que ir entre el sábado 18 y el lunes 20 de junio al Teatro Municipal La Torre, sobre la calle Constitución, en pleno centro pinamarense.

Tradicionalmente, el festival Uncipar se realizaba durante el fin de semana largo de Pascuas en Gesell, aunque distintos inconvenientes obligaron a la organización a tomar este año la decisión de mudarse 20 kilómetros al norte para asegurar la continuidad de un evento que corrió riesgos de discontinuidad.

Todo comenzó cuando la Unión recibió luego del último diciembre la misma noticia que toda entidad o actividad que depende de subsidios del Estado: los fuertes recortes que ahora obligan a hacer malabares con los números para poder seguir haciendo lo mismo de siempre, aunque con mucho menos de lo habitual. Dado el angustiante escenario, Uncipar le pidió auxilio a la Municipalidad de Gesell, aunque desde allí se excusaron arguyendo la delicada situación financiera que atraviesa la comuna. Como primera medida, entonces, se decidió postergar la edición 2016 hasta nuevo aviso.

“Recibimos recortes tremendos por todos lados”, explica Liliana Amate, presidenta de Uncipar. “El cambio de autoridades en el Instituto del Cine generó también mucha zozobra porque, como sucede en estas situaciones, uno al principio no sabe bien cuál será la nueva impronta de la gestión. Lo mismo que nos pasa a nosotros también se replica en otros festivales que necesitan del apoyo del Incaa para sostenerse y seguirse haciendo. Por eso fue clave la ayuda que nos dimos entre los organizadores de distintos eventos para pasarnos contactos e información. Finalmente recibimos la confirmación del subsidio del Incaa, aunque por supuesto mucho menor al del año pasado”.

¿Había un Plan B después de 37 festivales consecutivos en Gesell? “Había Plan B, C y D. ¡Hasta la Z!” dice Amate. “Nuestro deseo, como siempre, era hacerlo ahí. Pero, de no ser posible, lo intentaríamos en otra ciudad del interior, que era lo ideal, o sino en Buenos Aires. Nuestro propósito, en definitiva, era realizarlo de cualquier forma, pero de ninguna manera cancelarlo. Jamás estuvo en nuestra cabeza algo semejante, hubiese sido horrible para todos”.

Así fue como apareció en el horizonte la nueva sede, que ya cuenta con la estructura montada de Pantalla Pinamar, un evento cinematográfico de largometrajes con un claro sesgo comercial. “Desde Pinamar nos brindaron su apoyo para hacerlo y nos puso muy contentos, aunque tuvimos que ser claros acerca de lo que es el Uncipar. En la esencia del festival siempre hubo dos cuestiones innegociables: la entrada debe ser libre y gratuita y el festival no se caracteriza por tener figuras desfilando por una alfombra roja, porque las estrellas son los cortos”, explica Amate.

Este año habrá 35 películas argentinas en la Competencia Nacional y otras 32 del extranjero para la Competencia Internacional. Son las que pasaron una aprobación preliminar. Como es habitual, aquellas que no superaron el corte precompetitivo serán exhibidas en las trasnoches de las dos primeros jornadas (viernes y sábados), en lo que históricamente se dio en llamar “Pantalla Abierta”. A su vez habrá talleres y estreno de cinco largometrajes independientes. Entre ellos, curiosamente, el de un director radicado en Villa Gesell, Leonardo Fabio Calderón, quien adaptó para la obra teatral Justo en lo mejor de mi vida con un reparto que incluye a Pablo Alarcón, Claudio Rissi, Fabián Arenillas e Ingrid Pellicori. Además de la actividad central en el Teatro La Torre, el festival también proyectará películas en pantallas móviles ubicadas en Cariló, Ostende y Valeria del Mar, las otras tres localidades que integran el Partido de Pinamar.