Los trabajos y los días de un ex agente de la Stasi, temible servicio secreto de lo que fue algún día Alemania del Este. La toma de una cárcel ecuatoriana, filmada en vivo y con trescientos sesenta rehenes de por medio. Los levantamientos de París en mayo del ’68, filmados también en vivo, por gente anónima y por otros como Jean-Luc Godard, Alain Resnais o Chris Marker. Un cineasta que graba, con una pequeña camarita digital, cada minucia de lo que le rodea, como quien lleva un diario personal. La Primera Guerra Mundial, deconstruida y enteramente revista, en base a viejas imágenes de archivo. El conflicto de Medio Oriente narrado en pedazos, a través de la construcción del muro de separación entre israelíes y palestinos, en el interior de un departamento de Tel Aviv y desde la diáspora de una familia palestina, exiliada en la que supo ser su tierra natal. Una pantalla que, en un virulento acto de negación, se niega a proyectar imágenes, quedando en negro o en blanco a lo largo de todo el metraje.

Si hubiera que producir un clip de presentación para la sexta edición del DocBsAs, ésas serían, inevitablemente, algunas de las imágenes que lo compondrían. Se percibiría allí, además de la diversidad temática, una variedad de técnicas, de estilos, de ideas sobre el documental, que van desde el trabajo con material de archivo hasta la experimentación de vanguardia, en su punto de máxima ruptura. Entre un extremo y otro, el relato en primera persona, el registro directo, la crónica, el diario personal, el film de ensayo y hasta el clásico recurso a la entrevista y la voz en off. Organizado como de costumbre por la productora local Cine Ojo, junto al Servicio Cultural de la Embajada de Francia, el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, el DocBsAs volverá a abrir, en su sexta edición, la amplia ventana del documental de creación, trasladando al público porteño a un territorio infinitamente más vasto, más rico y complejo que el del simple registro de lo real, al que en ocasiones el campo del documental daría la impresión de reducirse.

Desde hoy y hasta el domingo 29 de octubre, el DocBsAs/06 tendrá lugar en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Corrientes 1530), con la Alianza Francesa de Buenos Aires (Córdoba 936) como segunda sede. En forma simultánea a las exhibiciones se realizará un foro latinoamericano de producción de cine documental, del que participarán proyectos seleccionados de distintos países de la región y que contará con la presencia de productores, representantes de fundaciones y directores de algunos de los más importantes festivales internacionales de este campo cinematográfico. La programación del DocBsAs se organiza este año en ocho secciones, que incluyen retrospectivas integrales dedicadas al francés Guy Debord y el alemán Thomas Heise, la trilogía documental de Alain Cavalier, la llamada Trilogía de la Guerra realizada por Yervant Gianikian y Angela Ricci-Lucchi, los ciné-tracts o cine-panfletos filmados en París en mayo del ’68, una selección de los documentales más destacados programados en distintos festivales franceses en 2004, un Foco Andino y tres proyecciones especiales. Entre estas últimas se incluye la ópera prima de la realizadora local Franca González, así como el documental más reciente de la legendaria realizadora belga Chantal Akerman.

Para orientarse dentro de esta abigarrada masa fílmica, convendrá saber que Guy Debord, autor del célebre ensayo La sociedad del espectáculo, fue uno de los más notorios referentes del situacionismo, variante del anarquismo que echó mucha leña a la hoguera del Mayo Francés. Que entre sus películas se cuentan Aullidos a favor de Sade –donde la pantalla permanece en negro o blanco, con toda clase de fragmentos heterogéneos en el sonido-off–, la versión fílmica de La sociedad del espectáculo (proyecto comparable con aquel de filmar El capital, imaginado por Eisenstein y Godard) y Refutación de todos los juicios, tanto elogiosos como hostiles, que fueron inducidos por el film “La sociedad del espectáculo”, un título que lo explica todo. Habrá que tener en cuenta también que las crónicas fílmicas de Thomas Heise –nativo de la ex Alemania Oriental, que se hará presente durante la celebración del Doc, invitado especialmente por el Goethe-Institut– permiten reconstruir la vida cotidiana en su país, antes y después de la caída del Muro, como piezas de un rompecabezas. Que la trilogía integrada por El encuentro, Vidas y El filmador consagra a Alain Cavalier (realizador de la recordada Thérèse) como uno de los referentes más vivaces del género que ha dado en llamarse “diario cinematográfico”.

Tampoco debe olvidarse que los ciné-tracts son un proyecto colectivo filmado en las propias calles de París ’68, en 16 mm, sin sonido y con una duración de 2 minutos y 50 segundos cada uno. Que la Trilogía de la Guerra, de Gianikian y Ricci-Lucchi, reconstruye la primera conflagración mundial, pura y exclusivamente a partir de fragmentos de archivo, encontrados a lo largo de un maratónico trabajo de investigación. Que el Foco Andino presenta tres documentales colombianos y uno ecuatoriano, con el tema de la violencia asomando en casi todos. Que El muro, de Simone Bitton, registra la construcción de la barrera levantada por el Estado de Israel, para impedir definitivamente el ingreso de ciudadanos palestinos a su país. Que en Allí abajo, Chantal Akerman aceptó un ofrecimiento para filmar en Tel Aviv (tierra de sus mayores) pero luego optó por no sacar la cámara de su departamento, dejando la ciudad fuera de campo. Que en El techo, su realizador, Kamal Aljafari, narra su regreso a la Palestina natal tras varios años en prisión, encontrando que lo que alguna vez había sido ya no lo es más. Y que en Atrás de la vía, la argentina Franca González vuelve también a tierra de sus mayores. En este caso, a la casa de su abuela, en La Pampa, donde los recuerdos aflorarán.

Son alrededor de una treintena de películas en las que el mundo parecería refractarse, como astillas de un espejo roto, en el ojo de sus realizadores. Y, claro está, en el de los espectadores, que desde hoy y a lo largo de once días concurran a alguna de las salas en las que se lleva a cabo esta nueva edición del cada vez más imprescindible DocBsAs.