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Sarah (Diane Lane) y Jake (John Cusack) son dos treintañeros tardíos que acaban de separarse de sus respectivos cónyuges. Por supuesto, no se conocen. Y, nuevamente por supuesto, será la misma película la encargada de cruzar sus vidas y hacer que se enamoren. En medio se dispondrán escollos, habrá malentendidos, aparecerán terceros en discordia, dificultades que serán subsanadas por ese par de eternos cupidos fílmicos: los azares del guión y la elipsis. No por nada el cine ha sido uno de los principales promotores del imaginario de la “media naranja”, la idea de que, inexorablemente, hay seres hechos el uno para el otro. Nada nuevo ni malo bajo el sol; la historia se ha contado infinidad de veces y seguirá repitiéndose hasta el fin de los días. El problema no es tanto el qué sino el cómo.
¡Comedias románticas eran las de antes!, dirán algunos. Pero a riesgo de sonar algo reaccionaria, la frase no deja de resultar cierta, al menos porcentualmente y dejando de lado las excepciones. Como si una secreta alquimia, una ciencia oculta de la cual algunos directores de los años ’30 y ’40 conocían todos y cada uno sus ingredientes y condimentos, hubiera desaparecido con el correr de las décadas casi hasta extinguirse.
John Cusack ha demostrado en varias oportunidades su capacidad para encarnar personalidades tan conflictuadas como enamoradizas (quizá no haya mejor ejemplo que su rol en Alta fidelidad, de Stephen Frears) y Diane Lane es una de esas actrices fatalmente desaprovechadas en demasiadas oportunidades, desde que se la viera en rutilantes colores pop en Calles de fuego (1984, Walter Hill). Entonces, ¿por qué un film como Se busca..., con una pareja protagónica atractiva y un reparto de talentosos secundarios que incluye a Stockard Channing y a Christopher Plummer, no logra despegar del llano, mucho menos tomar vuelo? ¿Por qué sus pasos de comedia se ven forzados y el romanticismo no parece surgir nunca, y cuando finalmente lo hace –a presión– no puede menos que verse empalagoso? Lo cierto es que las discrepancias entre expectativas y resultados no podrían estar mas alejadas. Echale la culpa al guión, dirán los mismos de antes. Falta de timing, exclamarán otros. Tal vez la química de la comedia romántica sea como el amor en la vida real: puede darse espontáneamente, pero para mantenerlo vivo durante algún tiempo hay que esforzarse mucho.


5-SE BUSCA PAREJA
Must Love Dogs. EE.UU., 2005.
Dirección: Gary David Goldberg.
Intérpretes: Diane Lane, John Cusack, Christopher Plummer, Stockard Channing.