CINE › DESEMBARCO ARGENTINO EN LA CAPITAL ESPAÑOLA
Tapas para todos los gustos
Con el presidente del Incaa, Jorge Coscia, a la cabeza, una delegación integrada por Tristán Bauer y Héctor Olivera, entre otros, presenta en Madrid una semana de cine nacional.
Por Martín Perez
Desde Madrid
Un vaso lleno de jugo de naranja era la prueba del delito. Tristán Bauer lo exhibía algo avergonzado ayer al mediodía, señalando con su mano libre una mesa llena de vinos de toda clase y, por supuesto, jamones. “Estar tomando un jugo ante semejante espectáculo es casi un crimen, pero todo sea por Biarritz”, se justificó Bauer, autodesignado conductor oficial de la delegación de Iluminados por el fuego que, después del almuerzo, partiría por carretera hacia un nuevo festival de cine. Lo rodeaban Gastón Pauls y Virginia Innocenti, protagonistas de su flamante película, premiada este fin de semana en San Sebastián. Y también colegas como Héctor Olivera, Alberto Lecchi, Inés de Oliveira Cézar, Luis Barone y Alejandro Saderman. Porque vinos y jamones (¡y el jugo!) oficiaron de epílogo para la conferencia de prensa con la que Jorge Coscia, director del Incaa, acompañado por Carlos Morelli y el consejero Santiago Frisas, por la Comunidad de Madrid –con la presencia de directores, actores y también productores, algunos llegados especialmente de Buenos Aires, otros continuando viaje desde San Sebastián–, presentó la primera edición de Argencine 2005, que se inaugurará este viernes aquí en Madrid con la exhibición, justamente, de la tan elogiada película de Bauer.
“Esta es una película producida por una pequeña universidad del Estado y por el Instituto de Cine, no por el sector privado. Pero es muy difícil hacer cine bélico, y cuando llegó el momento en que se nos acabó el dinero fueron los 425 mil euros aportados por una productora española lo que nos permitió terminar la película. Así que, sin el aporte español, no digo que no la hubiésemos terminado, ya que la hubiéramos hecho de todos modos, pero hubiese sido imposible alcanzar el nivel técnico que tiene”, dijo el marplatense Bauer cuando le cedieron la palabra en la conferencia de prensa, a modo de presentación de su película en Argencine 2005. Bauer y todo su equipo regresarán de Biarritz para estar presentes el viernes en la exhibición de la película, que recién se estrenará comercialmente en España en noviembre. Subtitulada como Muestra del cine argentino de la Comunidad de Madrid, el evento incluye la exhibición de Whisky Romeo Zulú, de Enrique Piñeyro (único ausente en Madrid); Como pasan las horas, de Inés de Oliveira Cézar; Ay, Juancito, de Héctor Olivera, y el trabajo grupal 18-J, por el que está presente Alberto Lecchi. La lista principal de películas de Argencine 2005 se completa con dos que aún no se han estrenado en Buenos Aires: El último bandoneón, de Alejandro Saderman, y El tigre escondido, de Luis Barone. “La lista de películas presentada en esta muestra podría ser muy numerosa, así que me siento muy orgulloso de formar parte de ella”, dijo Barone, que presentó su película como “una comedia negra, más negra que comedia”. Protagonizada por Alejandro Awada y Mausi Martínez, El tigre escondido tiene una particularidad: su elenco incluye nada menos que a Omar Chabán. Según le explicó Barone a Página/12, el estreno de su película estaba planeado para comienzos de año. Pero, ya sea por miedo de distribuidores y exhibidores a las reacciones de los ocasionales espectadores como a una decisión de no explotar comercialmente la presencia en la película de un personaje tan cuestionado, por ahora El tigre... seguirá escondido.
Además de la muestra principal de películas, que se exhibirán en el Palafox –uno de los cines más grandes de Madrid–, Argencine 2005 se completa con una retrospectiva titulada Vivir en Madrid, que se anuncia con entrada gratuita en el Complejo El Aguila de la Comunidad de Madrid. Para ella se han seleccionado películas españolas protagonizadas por actores argentinos, que por una u otra razón se hayan afincado en Madrid. Como broche de oro, ayer se anunció que Argencine se repetirá, de ahora en más, en todos los años impares. Y no sólo eso: en los años pares tendrá una contrapartida a realizarse en Buenos Aires, titulada Madridcine. El primero ya tiene fecha: se realizará entre el 6 y el 12 de junio del año que viene.
Más allá de los anuncios vinculados a la muestra que se inaugurará el viernes, una constante en cada una de las intervenciones durante la conferencia de prensa con la que se presentó esta primera edición de Argencine fue una suerte de recurrente despedida pública a Jorge Coscia, que forma parte de la lista que acompaña a Bielsa en las inminentes elecciones legislativas porteñas y, de resultar elegido, abandonaría el Instituto. “Todos son demasiado optimistas, porque aún falta mucho”, deslizó Coscia a la hora del vino y el jamón. Apenas unos minutos antes, Bauer había celebrado en la conferencia lo que llamó “una gestión ejemplar”. “Un Estado que defiende su cine es algo fundamental”, afirmó el director de Iluminados por el fuego. El mismo Coscia, cuando el consejero Santiago Fisas le dio la palabra apenas iniciada la conferencia, retrocedió al momento en que asumió su cargo, en marzo del 2002. “Por entonces, nuestro cine ya había deslumbrado a algunas audiencias internacionales, pero no se puede ser exitoso en un país que se derrumba”, recordó. Más de tres años y medio más tarde, el escenario ha cambiado sustancialmente. Tanto que, pese al exceso de optimismo que, según advierte Coscia, derraman todos los que lo rodean, todo parece estar dispuesto para que abandone su puesto dentro del cine entre aplausos unánimes de la industria y todos los relacionados a la misma.