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9-Chamber Music Society

Esperanza Spalding. Universal

Ganadora del Grammy, excelente contrabajista y cantante, con cuerdas magníficamente escritas por Gil Goldstein y ella, Milton Nascimento como invitado en un tema propio, dos argentinos como parte de la aventura (Leo Genovese y Quintino Cinalli) y hasta con una chacarera en el repertorio, Esperanza Spalding logra un disco tan homogéneo como original. Sumamente musical tanto en el pizzicato como con arco (su trabajo en “Chacarera” es fantástico), fresca y sofisticada a la vez, es una de las pocas (y atendibles) voces nuevas del jazz. D. F.

9-Todo Buenos Aires

Fernando Tarrés. BAU

”Piazzolla es él tocando su música”, decía su último pianista, Gerardo Gandini. Esa es una posibilidad. La otra es que deje de ser un objeto a imitar y se convierta, como en el soberbio último trabajo de Tarrés, en material capaz de proliferar en direcciones totalmente nuevas. Con dos grupo de excepción –un sexteto y un noneto que no repiten las instrumentaciones de Piazzolla y omiten el bandoneón–, en donde se destacan Rodrigo Domínguez, Juan Pablo Arredondo y Damián Bolotín, el repertorio evita, también, los lugares comunes. D. F.

8-Janelle Monáe

The Archandroid. Warner

Las cantantes urbanas que cruzan el pop con el R&B y el hip-hop son algo así como una epidemia contemporánea. Pero entre tantas propuestas intrascendentes, acaba de aparecer el debut de una artista integral y de calidad: Janelle Monáe, una cantautora, bailarina y performer estadounidense que logra una eventual banda de sonido postapocalíptica. En formato de ópera R&B con estética de ciencia ficción, temática de melodrama y destellos de los ’80 por todos lados, The Archandroid es un disco tan extenso como intenso, encantador y fresco, sensual y aguerrido. L. P.

6-Eruditos

A. Independiente

“Hay una bala que es para vos”, avisan los Eruditos en la apertura de su primer disco. Y más allá de que pueda parecer violenta, la frase ilustra la naturaleza misma del sonido de este power trío del sur del Conurbano: canciones directas al pecho, centradas en la opresión de la falta de estructuras de la soledad y del exceso de ellas en la sociedad, y decoradas con una música rabiosa y sexual. Lo hacen bien, pero a su debut le faltan matices, momentos de relax entre tanto grito, pasajes sin sobrecarga como los tienen Placebo o Muse, sus faros más claros. L. P.