El caso de Mercedes Audras es realmente curioso. Nacida en Buenos Aires en 1973, hija de la artista plástica marplatense Marie Orensanz y el francés Patrick Audras, de niña se mudó a Italia con su familia. Luego se afincaron en Francia, donde estudió música y, sobre el filo de los ’80, comenzó una carrera como intérprete, posteriormente compositora y actriz. El distintivo de otras historias de hijos artistas de padres exiliados es que estuvo casada con el conde de Montbourg durante una década. En los últimos años retomó la producción con tres discos: el último, 5, acaba de ser publicado en el país. Se trata de una, asimismo curiosa y no todo lo despojada que podría creerse, colección de versiones en francés de temas del rock argentino. Los hay de Andrés Calamaro, Fito Páez, Sui Generis, Babasónicos, Vicentico-Cachorro López, Estelares, pero también de Franco Simone y Chico Novarro: “Rasguña las piedras”, “Flaca”, “El amor después del amor”, “Arráncame la vida”, “Mi enfermedad”, “Sólo un momento” y más, un tanto desamparados por una orquestación genérica, estilo karaoke, que pone al descubierto temas demasiado conocidos para un idioma tan ajeno.