TELEVISION › “CIUDAD ABIERTA”, RELANZADO
Catorce maneras de abrir la pantalla
La señal presentó un nuevo paquete de programas, que incorpora a la ficción.
Por Emanuel Respighi
Fiel al concepto revolucionario, alternativo e innovador con el que fue creada hace más de dos años, la señal de cable Ciudad Abierta sigue intentando dar un paso más allá en materia televisiva. Desde el próximo lunes, el canal dependiente de la Secretaría de Cultura del gobierno porteño renovará casi la totalidad de su programación, dando inicio a esa suerte de “relanzamiento permanente” que signa a la gestión que este año comenzó Alejandro Montalbán, el director de la señal. En total, serán catorce los ciclos nuevos –a los que se sumará una docena más entre septiembre y fin de año–, cada uno de los cuales profundizará el carácter testimonial y documental que la pantalla le da a la vida cotidiana de la ciudad. Pero el relanzamiento no se quedará en un simple recambio de nombres: Ciudad Abierta incorpora ficción propia a su programación, ofreciendo mucho más que un mero registro de la realidad.
“Un canal como Ciudad Abierta nos informa de muchas cosas”, explicó Montalbán ayer, durante la presentación de la programación del segundo semestre de la señal. “La principal –remarcó– es que el Estado puede y debe actuar en el campo de la cultura y de la comunicación, impulsando una televisión pública de calidad, canales de comunicación que garanticen la innovación y la audacia estética, y la diversidad y el pluralismo en sus contenidos. El canal, además, nos informa también de la existencia de un modo renovado de gestionar los espacios públicos; modo en el que el Estado abre espacios de expresión y de acción para que la sociedad se exprese.”
Intentando posicionarse como una opción televisiva de las que por esta época suele ofrecer la TV abierta, el canal estrena este mes su primer programa de ficción. Dirigido por el cineasta Gustavo Postiglione (El asadito, El cumple, Ipanema), Pasajero es el título de un ciclo de ficción que no se parece a ningún otro: utilizando como contexto un piquete verdadero realizado hace algunos meses en el Puente Pueyrredón, la trama gira en torno de las reacciones que ese hecho genera en un remisero (Carlos Resta) y una ocasional pasajera (Jazmín Stuart). Combinando realidad y ficción, tal como lo hace en la pantalla grande, el realizador rosarino logra plasmar en Pasajero (domingos a las 22) los diversos niveles de conflictividad y violencia que circulan en las sociedades modernas. Además de Pasajero, el canal se encuentra produciendo otro ciclo de ficción, bajo la dirección de Lucrecia Martel (La niña santa).
Entre las novedades, el canal se propone renovar el género de las entrevistas a través de tres nuevos ciclos: Portarretratos (viernes a las 23), ideado y conducido por María Moreno; La caldera (martes a las 22), donde se entrevista con pausa y dedicación a los intelectuales más influyentes del país; y Buenos Aires rayos X (lunes a las 22), en el que las transformaciones urbanas de la ciudad son explicadas y analizadas por reconocidos críticos culturales. Además, Pablo Reyero se propone darle un espacio de reflexión a la juventud argentina en Hermosos perdedores (miércoles a las 22).
Pero no todo será reflexión en esta nueva etapa. El humor estará presente con dos particulares propuestas que redefinen todo lo conocido acerca del absurdo y la parodia televisiva: Efecto lima (viernes a las 0.30) y 100 lucas (desde septiembre, los sábados a las 22), la creación audiovisual de la troupe de la revista Barcelona. Una programación plural a la que no le faltará esa ascética pero rica mirada sobre lo que ocurre en la ciudad –a la vista de todos, pero que rara vez se captan–, en programas ya conocidos como Un día de éstos, Menú porteño o Territorios.
“Ciudad Abierta no es un medio de acercar unas audiencias a unos anunciantes, ni unos electorados a unas ofertas políticas”, detalló Montalbán. “Ciudad Abierta es un canal con espíritu público no gubernamental, que apuesta a innovar en lenguajes estéticos y contenidos televisivos, a la vez que busca brindar herramientas críticas para problematizar nuestra identidad y nuestras formas de vida en común, tratando de aportar a la democracia, el pluralismo y la diversidadcultural”, continuó. “Tampoco es un canal cultural sino un medio de comunicación democrático con un tema central: las múltiples formas de vida en Buenos Aires.”