Es llamativo cómo a veces las percepciones que se tienen sobre determinados fenómenos resultan equivocadas, cuando se las coteja con datos estadísticos. En otras, sin embargo, esas mismas ideas construidas desde la observación no científica luego se corroboran efectivamente a través de las estadísticas. Esto último es lo que el informe anual sobre contenidos de la televisión abierta argentina, elaborado por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), convalidó respecto de la percepción de que la tele tiende cada vez con mayor homogeneidad hacia fórmulas probadas y pasatistas. Vaya el dato de que el género televisivo que los canales privados de TV abierta más programan es el de “variedades”, categoría que incluye ciclos de concursos, reality shows y programas chimenteros. Y eso no es todo: durante 2009 la tendencia de incluir este tipo de programas evidenció un preocupante ascenso, si se tiene en cuenta que los argentinos pasan, en promedio, más de tres horas diarias frente al televisor.

El informe anual que desde hace algunos años realiza el Comfer (ahora Afsca), donde releva el origen de la producción y el tipo de programas de los canales abiertos de todo el país, resulta una buena medida para conocer la manera en que el panorama de la TV actual se va transformando cada doce meses. En este caso, la investigación se basa en datos correspondientes desde diciembre de 2008 a noviembre de 2009. Un trabajo que este año cobra mayor atención a partir de la puesta en marcha, a mediados de 2009, del programa Fútbol para todos, y de la promulgada Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aprobada por el Congreso pero aún sin implementar por algunos fallos de la Justicia.

Una de las grandes conclusiones que se desprenden del informe es que los programas de “variedades” son los que más horas ocupan al aire de los canales privados de TV abierta: mientras en las señales capitalinas el género ocupó el 33,5 por ciento de la programación promedio anual, en las provincias la cifra llegó al 30,25. Además, analizando el progreso que los ciclos de concursos, chimenteros y realities tuvieron a lo largo del último año, el panorama a futuro no es alentador: mientras que en el período comprendido de diciembre de 2008 a febrero de 2009 los programas de “variedades” en América, Canal 9, Telefe y El Trece representaron el 29 por ciento de sus grillas, en el último trimestre evaluado la cifra se elevó a 39 por ciento del total programado.

“Cuando se deja librada la programación a las fuerzas del mercado se ve cómo el tipo de contenidos que aumenta es aquel ligado sólo al entretenimiento, con formatos muy probados o de bajo presupuesto”, señala el informe. “En ese orden –enumera–, ‘variedades’ en las provincias pasó de 10.833 horas en el primer trimestre a 19.092 en el último, y en los canales privados de la región AMBA-La Plata aumentó 10 puntos porcentuales entre un trimestre y otro.”

En contraposición, el relevamiento demuestra algo que es fácilmente perceptible: cómo algunos tipos de programas prácticamente siguen siendo exclusividad de Canal 7. Pero lo interesante es que lo pone en cifras: el canal estatal dedicó en 2009, en promedio, el 17,5 por ciento de su programación a contenidos “culturales/educativos”, el 7,25 por ciento a documentales y casi el 5 por ciento a material deportivo/futbolístico. Por su parte, a cada uno de esos tres géneros los canales privados del AMBA le otorgaron mucho menos del uno por ciento de su programación. Donde sí los canales privados le sacan buena ventaja al 7 es en la ficción: mientras que el género ocupó el 16,5 por ciento de sus programaciones, en la pantalla pública esa cifra apenas llegó al 2,5 por ciento el último año.

La implementación, a mediados de 2009, del programa Fútbol para todos, con la transmisión de los partidos de fútbol de Primera División por TV abierta, no pasó inadvertida. Para Canal 7, principal beneficiado de las emisiones (Canal 9 y América también emitieron cotejos), la movida representó un considerable incremento de sus contenidos futbolísticos, que pasaron del uno por ciento del primer trimestre al 13 por ciento en el último trimestre evaluado. Un dato interesante para considerar es que el aumento de la cantidad de horas que los programas de fútbol evidenciaron en el 7 (de las 12 horas del primer trimestre pasaron a emitirse 294 en el último) repercutió negativa y principalmente en los documentales, que perdieron 109 horas entre el comienzo de 2009 y el final del año (de las 152 horas del primer trimestre pasó a sólo 66 en el último). El principal damnificado, vale subrayar, fue Canal Encuentro, ya que la mayoría de las horas de los documentales que absorbió el fútbol eran retransmisiones de la señal perteneciente al Ministerio de Educación de la Nación.

El informe sirve, además, para conocer a ciencia cierta de qué manera el actual mapa televisivo se verá afectado por las cuotas de pantalla exigidas por la flamante ley de SCA. Tomando los canales del AMBA, tanto públicos como privados, se observa que la producción propia está seis puntos por encima de lo exigido, mientras que la producción de terceros deberá aumentar otros seis puntos para adecuarse a la normativa. Al desagregar la región según la estructura de propiedad, en promedio la producción propia de América, el 9, Telefe y El Trece asciende a 26 por ciento, apenas cuatro puntos porcentuales menos que los requeridos por la Ley 26.522, mientras que la producción de terceros alcanza al 27 por ciento, a dos puntos del mínimo que estipula la legislación. En tanto, el promedio de producción propia del 7 fue en 2009 del 53 por ciento, pero se debe remarcar que pasó del 82 por ciento del primer trimestre al 45 por ciento en el último, producto de que Futbol para todos incrementó significativamente la coproducción nacional del canal (arrancó en un 3 por ciento para terminar el año en 27 por ciento). La producción de terceros de la emisora estatal fue de apenas el 19 por ciento.

Si bien el informe reafirma el carácter centralista del sistema de TV abierto argentino, en el que en conjunto El Trece y Telefe retransmiten más del 80 por ciento del total de contenidos en las provincias, la nueva ley modificaría inmediatamente este panorama, federalizando los contenidos. Según se desprende del relevamiento, para cumplimentar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual la producción propia de las provincias deberá incrementarse un 6 por ciento (en 2009 llegó al 24 por ciento), mientras que la de terceros –que se ubica en torno del 3 por ciento– tendrá que aumentar considerablemente para llegar al 30 por ciento, 15 por ciento y 10 por ciento exigido, según corresponda por cantidad de habitantes de cada zona. Una situación que, indefectiblemente, incentivará la creación y el desarrollo de nuevos polos de producción audiovisual en las diferentes regiones del país.