“Venimos a decir que queremos ver un canal que está pensado para los chicos”, expresó Cincunegui.
Imagen: Verónica Martinez.

“Es la primera vez que veo tanto color y tanta fiesta frente al Ministerio de Educación. Acá hay algo que está pasando, hay de verdad un cambio de mirada. Venimos a decir que queremos ver un canal que está pensado para los chicos y vamos a cantar todos juntos.” La sonrisa grande de Mariana Cincunegui mientras decía esto desde el escenario expresaba buena parte de lo que se vivió ayer por la tarde: una gran fiesta para los chicos –y también para los grandes–, con música y teatro, para pedir que el canal pueda verse a través de todas las operadoras del cable del país. Esto actualmente no sucede porque Cablevisión y DirecTV, los mayores operadores de cable del país, se niegan a incluirlo alegando cuestiones técnicas, aun cuando la ley dice que deben hacerlo. Ayer hubo música y baile con Cincunegui, y también con Los Cazurros, el grupo de teatro La Galera Encantada, las canciones para chicos de Leo García y de Karamelo Santo, y el ritmo percusivo de La Bomba de Tiempo, entre otros. Hubo presencias oficiales y de diputados, senadores, organizaciones políticas, sindicales y sociales que apoyan el reclamo. Pero, sobre todo, hubo música y teatro al aire libre para los chicos, por un rato largo.

Lo que se puso de esta manera en escena en la soleada tarde de ayer fue un pedido común muy concreto: “Los chicos queremos ver Paka Paka”, lo mismo que dice la campaña que por estos días puede verse apoyada por personalidades de la cultura, el arte y el deporte como Estela de Carlotto, Alejandro Dolina, Javier Mascherano, Gabriel Militto y Agustín Pichot. Más allá de este pedido, en la plaza de Barrio Norte podía percibirse además una suerte de celebración implícita: la de poder salir a hablar de estos temas, discutir, y también a exigir derechos que no suelen ser subrayados en forma tan enfática, como los de los chicos. Algo impensado para muchos hasta hace poco tiempo.

Con la conducción de tres de los actores que están al frente de los diferentes segmentos de Paka Paka (Emiliano Larea, encantador en personajes como “Alex Tremo”, la siempre engreída Sol Canesa y la más conciliadora Vicki Almeida), el festival transcurrió entre clásicos de María Elena Walsh incorporados en los repertorios de diferentes intérpretes, nuevas canciones que muchos de los papás presentes descubrían ahora –y que los chicos parecían conocer de hace rato–, y espectáculos tradicionalmente pensados “para grandes”, como el de La Bomba de Tiempo, que demostraron la amplitud posible de su público. También pudieron verse spots con parte de los contenidos que Paka Paka ofrece, con el plus diferencial de que su programación no incluye publicidades (algo que se escuchó agradecer especialmente a muchos de los padres presentes, contando distintas experiencias con sus hijos y la forma en que se publicitan los productos destinados al público infantil).

Entre el público, algunos llegaron organizados a través de diferentes escuelas y comedores. Como María López, que llegó con un grupo de Bajo Flores, el barrio en el que vive. Sus hijos Carolina, Fernando y Celeste van a la escuela Nº 23, y aceptó la invitación que le llegó por el cuaderno de comunicaciones. “Me pareció un plan hermoso para el sábado. Me gustó poder cantar las canciones que ya sabía con mis hijos, y me llevo otro montón que aprendí acá”, agradeció. Miriam Montivero vino con toda su familia, incluido su nieto Luca. Vive en Florencio Varela y contó que en su casa ven Paka Paka por televisión digital terrestre. “Pero mi nieto, que vive en Almagro, no puede ver el canal en su casa. Cuando vienen de visita a lo de los abuelos mira este canal y le encanta. Queremos que Luca pueda ver Paka Paka cuando quiera”, explicó.

Sobre el final del festival, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, puso en palabras el pedido: “La ley no es una opinión, está hecha para ser cumplida. Hay quienes quizás estén desacostumbrados a que los chicos no sean destino de consumo, sino sujetos de derecho. A la prepotencia de los que no cumplen la ley, no le respondemos con más prepotencia, sino con la movilización popular y con la Justicia”. El ministro agradeció especialmente la presencia de Tati Almeyda y en ella la figura de las Madres de Plaza de Mayo. Fue la más festiva en el escenario cuando subió junto a Sileoni y una cantidad de representantes de la política (pudo verse, entre otros, a Daniel Filmus, Tristán Bauer, Gabriel Mariotto, Juan Manuel Abal Medina, Andrés Larroque y Juan Cabandié) y de organizaciones como Ctera, que en un comunicado denunció como “un cercenamiento a la libertad de expresión que millones de niños y niñas no puedan ver este canal de alta calidad de contenidos educativos”.

¿Por qué molesta Paka Paka? ¿Por qué a esta altura empresas como Cablevisión y DirecTV siguen pagando en términos de imagen el costo de no incluirlo? Esas eran algunas de las preguntas que circularon ayer. “Queda claro que estas empresas que están acostumbradas a transgredir la ley, sienten que están fracasando si aceptan esta vez lo que dice la ley de la democracia. Lo asumen como una derrota”, interpretó Tristán Bauer, presidente del Sistema Nacional de Medios Públicos, en diálogo con Página/12. “Pero además, que exista Paka Paka en la Argentina significa un cambio de modelo cultural, la incorporación de una nueva mirada, la mirada argentina y latinoamericana. La irrupción de esa mirada también molesta.” Gabriel Mariotto, presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, agregó: “Como no están acostumbrados a cumplir la ley, argumentan falacias. Como la de ahora de DirecTV, que dice que no tiene capacidad satelital. Su problema es este nuevo escenario, en el que la sociedad, los padres y los pibes advierten los derechos que les corresponden, los conocen y salen a reclamarlos”.

Paka Paka significa “jugar a las escondidas” en voz quechua. De tener la opción a otros juegos, expresados en lenguas propias, habla el reclamo que salió a la calle ayer.