Domingo, 18 de septiembre de 2011 | Hoy
TELEVISION › WARNER TRANSMITIRA HOY LA ENTREGA DE LOS EMMY
Mad Men y Modern Family son los grandes candidatos a llevarse las estatuillas como mejores drama y comedia, respectivamente. Aquí, en exclusiva, el presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de la TV explica los criterios de votación.
Por Emanuel Respighi
En un consumo audiovisual que tiende a no depender más de los caprichos o estrategias de los programadores, y cada vez más global en términos de acceso a contenidos producidos en cualquier parte del mundo, la ceremonia de entrega del premio Emmy se convirtió en un evento de interés casi interplanetario. El mayor encendido de la TV paga y el incremento del consumo de series norteamericanas a través de cualquier medio llevó a que buena parte del público argentino esté íntimamente familiarizado con programas, actrices y actores de la TV estadounidense. Incluso, construyendo un fanatismo mayor al que se suele dar entre los televidentes y los ciclos de TV abierta. Esos condimentos son los que vuelven a los Emmy, los premios que destacan lo mejor de la televisión norteamericana, cercanos a los ojos de millones de argentinos, que esta noche verán cómo sus series favoritas serán o no reconocidas por los miembros de la Academia de Artes y Ciencias de la TV. La gala de premiación de la 63ª edición de los Emmy tendrá lugar esta noche, desde las 21, con transmisión en directo por Warner Channel (con una previa de la alfombra roja que comenzará una hora antes, pero que E! cubrirá desde las 18).
La ceremonia, que será conducida por la actriz Jane Lynch, ganadora el año pasado del Emmy como actriz secundaria de comedia por su papel en Glee, vuelve a tener como candidatos a viejos conocidos. Mad Men, impecable retrato del mundo publicitario de la década del ’60, nuevamente pica en punta para alzarse con su cuarto Emmy consecutivo como serie dramática. En comedia, Modern family también es candidata a repetir el premio con el que el año pasado destronó del género a 30 Rock, que se había impuesto en las tres ediciones previas. Mad Men cuenta con 19 candidaturas y Modern Family con 17, así que puede pensarse que la de hoy será una velada sin mayores novedades. Esta edición vuelve a estar dominada por la cadena de cable HBO –con 104 nominaciones–, que dejó muy atrás a los canales abiertos CBS (50), NBC (46) PBS (43) y FOX (42).
Sin embargo, ambas fijas correrán esta vez con nuevas e interesantes competidoras, dispuestas –y merecedoras, en algunos casos– a dar el batacazo. Por ejemplo, en drama asoman como posibilidades concretas de victoria dos series de HBO: Boardwalk Empire, la historia producida por Martin Scorsese sobre los años de Ley Seca, y Game of thrones, la épica histórica sobre esas familias que pugnan por distintos reinados en un punto incierto de la Edad Media. La categoría dramática se completa con Friday Night Lights y las clásicas The Good Wife y Dexter. En el rubro comedia, Modern Family vuelve a ser la principal candidata, apoyada en que la mayoría de su extenso elenco –la trama aborda el universo familiar a partir de tres núcleos primarios– compite por alzarse con una estatuilla como actores (cuatro en total) y actrices (dos) secundarios/as. La serie que aquí emite CityFamily intentará revalidar su premio ante The Big Bang Theory, Glee, The Office, 30 Rock y Parks and Recreations, la novel de la temporada y a la que algunos le apuestan unas fichas.
Con motivo de la celebración de una nueva edición de los premios Emmy, Página/12 dialogó en exclusiva para la Argentina con John Shaffner, el presidente de la Academia de Ciencias y Artes de la TV. Productor de series como Two and a Half Men y The Big Bang Theory, entre muchas otras, Shaffner explica el criterio de votación de los miembros de la Academia y ensaya una suerte de explicación sobre el fenómeno de los realities shows, el género más visto desde hace unos años en la televisión estadounidense.
–¿Cuál es el criterio de votación que persiguen los miembros de la Academia que termina definiendo la suerte de los Emmy?
–Lo primero que hay que entender es que en cada categoría los paneles se arman con jurados cuyas carreras tienen que ver con esas disciplinas en particular. Son los actores quienes votan por actores, los directores por directores y los guionistas por guionistas. De esa manera, los paneles están conformados por profesionales exitosos de cada campo del negocio televisivo. Hay que aclarar que no es fácil ser miembro de la Academia de Televisión, hace falta haber alcanzado cierto nivel de profesionalismo en el trabajo. Obviamente, el hecho de votar, especialmente en el mundo del entretenimiento, es un proceso subjetivo. Por ejemplo, cuando se juzgan las actuaciones, es muy difícil discernir, pero los votantes lo hacen con su experiencia de años de ver actuaciones, de entender qué es lo que hacen los actores y de cómo se llega a lo más alto de tu trabajo.
–¿Le encuentra una explicación al hecho de que un género como el reality show, que en un comienzo muchos lo dieron como pasajero, se haya convertido en el más visto de la TV estadounidense?
–Tengo una observación muy interesante para hacer al respecto. En 1957, aquí, en Los Angeles, había dos canales de televisión. A uno de ellos se lo conocía como el canal Don Lee, que cuatro días de la semana sólo emitía un programa, una serie llamada Reina por un día, que era un reality en el que las mujeres iban al programa y contaban qué vida difícil tenían, y al final se votaba para ver quién ganaba un lavarropas o un lavavajillas. Así que los reality siempre han sido parte importante de la televisión. Pero, como efecto secundario del creciente número de canales, que les ofrecen más opciones a los televidentes, muchos canales pagos o de cable producen material dramático o de comedia.
–Pero en la TV de aire, en el prime time, los que priman son los shows con personas comunes.
–Del mismo modo, las cadenas, especialmente NBC, ABC y CBS, que tienen más tiempo que llenar que Fox, por ejemplo, han buscado producir una forma de entretenimiento que quizá sea percibida como una suerte de comida chatarra del entretenimiento, o entretenimiento desechable. Por otra parte, hay reality de competencia como American Idol, que para mí está más cerca de ser un programa de variedades, pero tienen que ver con el reality porque siguen a las personas que participan del concurso. Pero, de última, las historias de los reality hacen que la gente se enganche tanto porque a veces se parecen a espiar a los vecinos, especialmente si se piensa en programas como Jersey Shore o The Real Housewives of Beverly Hills. Nadie puede negar que es interesante mirar por la ventana del vecino. Y ciertamente la tecnología, con la posibilidad de tomar buenas imágenes con cámaras geniales, ha hecho más fácil que nunca ver los entretelones de la vida de los demás.
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