Lunes, 5 de noviembre de 2007 | Hoy
TELEVISION › ENTREVISTA A LA COLOMBIANA PAOLA TURBAY
La actriz, contraparte femenina de Jimmy Smits en Cane, que hoy estrena Warner, siente que la serie reivindica a los latinos.
Por Roque Casciero
Desde Mexico DF
Paola Turbay es consciente de que su imagen y su labor actoral no son muy conocidas fuera de su país, Colombia, pero está segura de que eso cambiará pronto en toda América latina, del mismo modo que ya empezó a suceder en Estados Unidos. Esta actriz formada en el Acting Studio de Miami es la contraparte femenina de Jimmy Smits (The West Wing) en Cane, que hoy a las 22 estrena Warner Channel, y eso le ha abierto las puertas para más proyectos en Hollywood. En la serie, Turbay encarna a Isabel, hija de Amalia (Rita Moreno) y Pancho Duque (Héctor Elizondo), los patriarcas de una familia cubana radicada en la península de la Florida que hizo fortuna gracias a las plantaciones de azúcar que dieron origen a una popular marca de ron. Pero se acercan tiempos turbulentos: Pancho está a punto de morir y decidió que el negocio familiar no quede en manos de sus hijos sino de su yerno, Alex Vega (Smits), el esposo de Isabel. Además, los competidores de los Duque son capaces de recurrir incluso al asesinato para proteger sus negocios, y entonces Alex deberá obrar con mano muy firme para sostener a la familia unida y en prosperidad. “Por primera vez en la historia se presenta un drama familiar latino en el prime time de Estados Unidos y se muestra al latino como una persona preparada, que ocupa una posición muy importante dentro de la economía nacional –afirma Turbay–. No aparecemos como los narcotraficantes, los ladrones ni los guerrilleros, ni estamos en papeles secundarios, que era a lo único a lo que podíamos aspirar. Por otro lado, a los hispanos nos gusta la novela, no hay nada que hacer, y esto es un drama familiar que tiene un ingrediente de eso.”
La actriz, que tiene un diploma en psicología y que fue Miss Colombia en 1991, lleva varios años trabajando en la televisión de su país, tanto en programas de ficción como conduciendo magazines y musicales, pero decidió intentar suerte en Los Angeles: “Llevaba siete años viviendo en Miami y volviendo a trabajar a Colombia, pero hay un punto en la carrera en el que decides apuntar más alto, porque debes tener ambiciones en la vida. Obviamente, cualquier actor aspira a trabajar en grandes producciones. No digo en Hollywood porque quizá la gente piensa que mi sueño es trabajar ahí, cuando en realidad lo que me importa es participar de proyectos de calidad, con buenos guiones y grandes actores. Muchas veces en nuestros países escogen a personas porque son bonitas y nada más, mientras que en esta clase de producciones hay actores de un nivel altísimo”.
Según la actriz, su preparación en Colombia le sirvió de base para este presente. “En mi país trabajé con compañeros de excelente calidad, entonces fue muy importante para mi preparación como artista. Además, al estar acostumbrada a esos ritmos de grabación que tenemos con programas diarios, puedes ser creativo y bueno en menos tiempo. Cuando te acostumbras a trabajar con poquita plata, si encuentras que hay presupuesto lo haces mejor todavía.” Pero, pese a su larga trayectoria, Turbay siente que aprende “todos los días” al lado de figuras como Smits, Elizondo y Moreno. “Siempre es mejor estar con gente a la que uno admira antes que tener que jalar a otro actor. Las escenas se vuelven muy pesadas y complicadas cuando no existe esa dinámica...” ¿Hablará de los actores de telenovelas? Ella se ríe y contesta que con uno o dos le costó bastante, pero que en general los galanes colombianos vienen del teatro y con gran formación. “Hay un punto en el que la actuación no es actuar sino jugar. Le das vida a un personaje y si actúas, sale totalmente falso. Debemos encontrar ese momento en el que todos sincronizamos y eso se logra sólo con actores de este nivel.”
El hecho de que todo el elenco de Cane esté compuesto por actores latinos genera, según Turbay, una dinámica diferente. “Seguramente en las entrevistas todos dicen ‘somos felices, nos entendemos súper bien’, pero es mentira –dice y larga la carcajada–. No tengo tanta experiencia en producciones norteamericanas, apenas estuve en dos películas, pero algunos de mis compañeros vienen de series en las que tuvieron que trabajar varios años con la misma gente, y sí sienten que hay un compañerismo y una camaradería diferentes en esta producción. Además, si Jimmy, Héctor y Rita no se ponen en estrellas, los demás tienen que bajar el tono. Entonces, de verdad somos como una familia. ¡Créanlo!”
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