8-Sin lugar para los débiles,

de Joel y Ethan Coen. Con T. Lee Jones, Javier Bardem y Josh Brolin.

2007, 122 min. AVH.

En su regreso a lo que podría llamarse “thriller fatalista”, los hermanos Coen pisan, como en Fargo, un mundo donde la piedad parece erradicada para siempre. Esta vez eso luce menos a regodeo cínico que a constatación seca y desesperanzada, rastro quizá de la novela original, escrita por Cormac McCarthy. Sin lugar para los débiles es, de hecho, tan seca como un western, en su variante rocosa. No sólo el territorio tejano evoca el género, sino también la población masculina, hecha de sheriffs, cazadores y asesinos a sueldo. El carácter autosuficiente de sus (anti)héroes permite, durante largos tramos, una narración puramente visual, lacónica y fenomenológica.

8-La conspiración,

de Paul Haggis. Con T. Lee Jones, Charlize Theron y Susan Sarandon.

2007, 121 min. Transeuropa.

A diferencia de su debut como realizador (la oscarizada Vidas cruzadas), esta vez Paul Haggis –guionista de La conquista del honor y Cartas desde Iwo Jima– en lugar de alertar sobre los males del mundo narra un drama que los refleja. En uno de esos papeles que es capaz de llenar como nadie, Tommy Lee Jones es aquí el ex milico, convencidísimo del destino manifiesto de los Estados Unidos, a quien la súbita desaparición de su hijo (a quien creía en Irak, pero que sin embargo ha vuelto) terminará convenciendo de que ese destino ya no conduce a otra parte que no sea el crimen y la locura homicida. Un thriller oscuro, denso e introspectivo, narrado a paso sostenido.

7-Mi mascota es ...

de Jay Russell. Con Alex Etel, Emily Watson y Ben Chaplin.

2007, 112 min. LK-Tel.

Una de las muy buenas películas familiares que se vieron últimamente, junto a El mundo mágico de Terabithia, la mascota del título no es otra que... el monstruo del Lago Ness. En tiempos de la Segunda Guerra, un chico lleva a casa un huevo que encontró en la orilla. Grande será su sorpresa cuando de allí no surja un ave o animal marino conocidos, sino una criaturilla más parecida a E.T., que tiempo más tarde medirá diez metros y asolará las profundidades del lago. Hay un trasfondo realista, con el ejército británico apostado en la zona, y psicológico, dado por la ausencia del padre, pero lo que hace de ésta una película enormemente disfrutable es el sentido de maravilla, plenamente recuperado.

7-Enemigos íntimos,

de F. Emilio Siri. Con Benoit Magimel, Albert Dupontel y Aurelien Recoing.

2007, 108 min. Emerald.

Drama bélico de origen francés, cuyos dilemas morales evocan antecedentes ilustres del género, Enemigos íntimos transcurre en Argelia, a fines de los ’50. El ejército enfrenta en las montañas a los combatientes del FLN y las atrocidades cunden por ambos lados (teoría de los dos demonios a la que demasiado tímidamente se le contrapone el hecho de que aquí el ejército regular es uno de ocupación, mientras los irregulares luchan por su independencia). Correcto político avant la lettre, un teniente recién llegado (Benoit Magimel, el alumno de La profesora de piano) se planta frente a la total falta de escrúpulos de superiores y subordinados, con resultados previsiblemente devastadores.