Con el marbete de “Cine testimonial y político” y en ocasión del 24 de marzo, el sello SBP ha encarado, a lo largo de este mes, la edición de una imperdible colección de documentales. Todos refieren, de una u otra manera, a la política del terrorismo de Estado establecida en 1976 por la dictadura militar. Las que ya se lanzaron son Montoneros, una historia (en la que el cineasta Andrés Di Tella reconstruye la experiencia de una ex militante de esa organización) Botín de guerra (David Blaustein hace foco sobre los niños secuestrados por los grupos de tareas y sobre las Abuelas de Plaza de Mayo), Cazadores de utopías (historia y acción de Montoneros, narradas por varios ex militantes bajo la dirección de Blaustein) y una edición doble que contiene los largometrajes Papá Iván (recuerdo de uno de los máximos dirigentes de FAR y Montoneros, a cargo de su hija, María Inés Roqué) e (h) historias cotidianas, de Andrés Habbegger, sobre hijos de desaparecidos. Las que quedan por editarse de aquí a fin de mes son errepé (sobre el PRT-ERP) y Yo, sor Alice, que reconstruye la trayectoria de Alice Daumon, una de las monjas francesas secuestradas y desaparecidas por la dictadura. Los siete títulos representan uno de los mejores modos de recordar aquello que no debe olvidarse, y su edición (reedición, en algunos casos) es una loable iniciativa del sello SBP.