Viernes, 2 de marzo de 2007 | Hoy
VIDEO › “NEIL YOUNG: HEART OF GOLD”
Jonathan Demme filmó la presentación de Prairie Wind, el anteúltimo disco de Young.
Por Horacio Bernades
Sobre el escenario despojado, en el teatro vacío, el hombre de sombrero toca inclinado sobre su vieja guitarra acústica, que lo acompaña desde hace más de treinta años. La cámara lo observa inmóvil, durante los cuatro o cinco minutos que dura el tema. El último acorde desaparece en el aire, el hombre se para y de allí en más lo único que se oye es el siseo que hace la guitarra, mientras él la enfunda. Luego, el ruido de sus zapatos, mientras se aleja hacia el borde del escenario. Ruedan los títulos de crédito, después un fundido a negro y eso es todo.
Así se cierra, tras casi dos horas, Neil Young: Heart of Gold, documental que Jonathan Demme dedicó a la presentación de Prairie Wind, penúltimo disco de quien posiblemente sea –si se deja afuera a Bob Dylan– el más grande músico vivo de folk rock y aledaños. Los shows de presentación de Prairie Wind tuvieron lugar en el Ryman Auditorium de Nashville, en agosto de 2005, y el documental filmado por el realizador de Totalmente salvaje y El silencio de los inocentes está fechado poco más tarde. Nueve temas de ese disco y otros tantos clásicos del autor de Ohio se suceden a lo largo de la película, que el sello AVH pondrá a la venta, en formato devedé, a mediados de la semana próxima. La bonita caja contiene dos discos y una gran cantidad de extras. Entre ellos una versión de He Was the King, que por alguna razón Demme decidió no incluir en la película. Quedan para el disco dos varias entrevistas y diálogos entre el músico y el realizador, además del registro de Needle and the Damage Done, tomado en vivo en 1971, en el Show de Johnny Cash.
Con telones de fondo muy en sincronía con el arte del disco, bañada en una luz dorada que hace juego con el título y con vestuario diseñado por el legendario Manuel Cuevas (que inventó nada menos que el traje blanco con tachas de Elvis), Neil Young: Heart of Gold puede considerarse la tercera parte del tríptico musical que Demme inició, a mediados de los ’80, con Stop Making Sense, y continuó a fines de los ’90 con Storefront Hitchcock, registro de una actuación de Robyn Hitchcock. Como en aquéllas y siempre con The Last Waltz como modelo, Demme vuelve a filmar con la máxima sencillez y el mínimo de intrusividad. La idea es transmitir, con la mayor fidelidad, la actuación del músico y sus acompañantes. En este caso, un Young muy dado a contar historias personales entre tema y tema, ladeado por una enorme banda, que incluye la participación de una enteramente canosa Emmylou Harris y en guitarra steel, Ben Keith, que acompaña al hombre de Winnipeg desde los tiempos de Harvest.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.