7-El pasado,

de Héctor Babenco. Con Gael García Bernal, Analía Couceyro y Moro Anghileri.

2007, 114 min. Gativideo.

Dirigida por Héctor Babenco, la versión cinematográfica de la novela homónima de Alan Pauls no carece de problemas. De ahí a calificarla de ridícula e indefendible, como sucedió, hay un abismo. El problema mayor se registra durante la primera parte de la película y consiste en no haber advertido la necesidad de mantener la férrea primera persona que rige la novela. De allí que al relato le cueste alcanzar las cotas de (auto)corrosión, locura y delirio deformante que sin embargo, a la larga, sí alcanza, con el protagonista convertido en homeless y enseguida en campeón del fitness, mientras a su alrededor las mujeres dan vueltas como muñecos de carrusel. Muñecos deseados, temidos, alucinados.

7-El tren de las 3.10 a Yuma,

de J. Mangold. Con Russell Crowe, Cristian Bale y Ben Foster.

2007, 122 min. AVH.

Como suele suceder, la remake de este western clásico (ver acá al ladito) parece presidida por un mandato inflacionario, que lleva a expandir conflictos, situaciones e historias, cuando el gran mérito de la original residía justamente en su gran capacidad de síntesis. Para qué comparar al siempre pomposo Russell Crowe con Glenn Ford en uno de sus mejores papeles. Pero el magnífico Cristian Bale sí logra imponerse a su antecesor Van Heflin, que nunca se caracterizó por su atractivo cinematográfico. En una y otra versión, llevándole la contra a la inmaculada ética del género, la necesidad económica mueve al héroe, que aquí (más que en la original) deberá demostrar a su familia que no es un cobarde.

8-El tren de las 3:10 a Yuma,

de Delmer Daves. Con Glenn Ford y Van Heflin.

1957, 92 min. Emerald.

Oportunísima edición de este clásico del western, en sincro con el lanzamiento en video de la remake. En estricto blanco y negro, la película (basada en un relato breve de Elmore Leonard y dirigida por el confiable especialista Delmer Daves) es concisa y compacta, oponiendo con sabiduría el farmer de Van Heflin, agobiado por las deudas, al seductor outlaw, que encarna un Glenn Ford inusualmente expresivo. Tan concisa y compacta que el clásico duelo entre el héroe y el villano es verbal y entre cuatro paredes. Pero cuando llegan los tiros, Mr. Daves los pone en escena con precisión geométrica. Para no hablar de la escena final, dueña de un lirismo dramático y visual francamente arrebatador.

6-El búfalo de la noche,

de J. Hernández Aldana. Con Diego Luna, Liz Gallardo y G. González.

2007, 100 min. Gativideo.

Basada en la novela homónima de Guillermo Arriaga (autor de los guiones de Amores perros, 21 gramos y Babel), adaptada por él mismo, quien haya visto las películas dirigidas por Alejandro González Iñárritu no se extrañará de que El búfalo de la noche se base en una estructura dramática estilo Crimen y castigo, con el protagonista pagando con culpa y dolor el suicidio de su mejor amigo, tras haberlo traicionado con su novia. Mucha noche, lluvia y desolación redondean una atmósfera grave y cargada, típica de su autor. Teniendo en cuenta los antecedentes, pudo haber sido peor. Diego Luna, magnífico como siempre, y la música de The Mars Volta, son puntos a favor.