Rita Cortese, como Sarita en Montecristo, introduce la temática de la dictadura. Por primera vez la referencia a la apropiación de bebés ingresa a la telenovela con los códigos del género de masas, entremezclada con la acción, la intriga y el romance. “Me eligen porque saben que soy una actriz comprometida”, dice ella, que por otra parte siempre ofrece la garantía de su solidez.