“Este año la venta viene muy bien, entre un 20 y 30 por ciento más; los países que más buscan cine argentino son los latinoamericanos, Francia y España”. Con esa frase, Pascual Condito, de la compañía distribuidora Primer Plano, resumió el panorama con el que se encuentran en estos días los representantes del cine argentino en el festival francés. “La que más vendí hasta ahora es Cordero de Dios, que combina las dos variantes que hay en este momento: películas que son para festival, para un sector menor, más cerradas y difíciles de vender, y las que son para un público mayor”. Guido Ruth, de Film Sharks, no pudo cuantificar un aumento en las ventas, pero precisó que sí verifica “mucho interés en las producciones argentinas, en parte derivado de que el cine nacional tiene una participación más fuerte este año, porque filmaron todos los tanques, como Pablo Trapero y Lucrecia Martel”. Ruth explicó que “una manera de apalancar el cine argentino es acompañar ‘perlas’ con otras del resto del mundo”, un recurso que él utiliza mucho “para asegurar que las películas se vean afuera. Por ejemplo, si me vienen a comprar un film chino que ganó en el Festival de San Sebastián como mejor director, aprovecho y le vendo en conjunto una argentina. Venderlo por separado es más difícil”, añadió.