Omara Portuondo se extiende preguntando por la Argentina, por “cómo están las cosas en ese país tan bonito”. Advierte que no piensa ni por un momento que esta sea la única visita: ya está imaginando un regreso para presentar su disco Gracias. “Lleva el nombre del tema que hizo para mí el chico que compuso la canción de Diarios de motocicleta”, dice. Ese chico, claro, es Jorge Drexler, y también canta con ella el tema en el disco. “Me encanta ese tema, porque además aparece la voz de mi nietita Rocío, de ocho años, me di ese gusto”, cuenta la cubana.

De sus dos visitas anteriores, la primera, en los ’60, es la que recuerda más intensamente: “Fue en la época en que trabajábamos mucho con el Cuarteto las de Aída, con Elena Burque (una cantante excepcional, que tenía un color de voz que me recuerda al de Bethânia), Moraina Secada, mi hermana Haydeé. Lo dirigía la pianista Aída Diestro, por eso nos llamábamos así”, cuenta, didáctica. “Hacíamos muchas giras, y entre esas giras llegamos a la Argentina. ¡Y fíjese qué maravilla, pudimos conocer a Troilo, y cantar con él! El trabajaba en una boite que se llamaba King, y nos invitó. Luego nos invitó a comer asado, una invitación que no podíamos rechazar. Cantamos juntos, claro, entre tantas cosas que cantamos hicimos ‘El día que me quieras’. En esos años el tango estaba decayendo un poco y Troilo estaba preocupado por ese tema, le daba tristeza que los jóvenes ya no se acercaban tanto al tango como antes. Pero yo estoy bien enterada de que eso ha cambiado, y me alegra mucho. Porque sabe, aquí en Cuba somos grandes amantes del tango, tenemos nuestras peñas de tango, todo. ¿Qué cubano no ha entonado alguna vez ‘Mi Buenos aires querido’, que dicen que era el que más le gustaba al Che?”