- Fabián Casas, poeta: “Hace poco en una mesa de poesía que se hizo en La Plata me preguntaron por poetas de los ’90. Yo dije que uno de los grandes poetas de los ’90 era Leónidas Lamborghini. Aunque viene publicando desde hace mucho, aunque la crítica literaria lo ubicaría en generaciones anteriores, estos grandes poetas atraviesan el tiempo lineal y hacen que su voz sea for ever young. Hoy, muchos escritores jóvenes tienen una libertad estilística que viene del trabajo que ha hecho y sigue haciendo Leónidas, aunque ni siquiera lo hayan leído. Las patas en las fuentes es una obra maestra de nuestra literatura. Leónidas Lamborghini es lo único revolucionario que tuvo el peronismo”.

- Susana Cella, escritora, crítica, docente: “Muchos años después de su primera edición, leí El solicitante descolocado, y volví más de una vez al libro, que al parecer sigue escribiéndose. No es para menos, porque lo que Lamborghini inició hace más de medio siglo fue la acometida, necesaria y desafiante en una época de celebraciones ‘libertadoras’, de escribir una épica argentina metiendo las patas en las fuentes (las de la Plaza y las de la literatura, simultáneamente). Y así pudo amalgamar en una magnífica unidad poética, cultura alta y popular, lo que da a cada verso, con sus palabras y silencios, un esencial espesor, un sentido pleno. Cara a cara con la intemperie y la carencia, con la violencia y la derrota, la épica de Lamborghini se afirma también en lo grotesco, en las siniestras verdades que la caricatura revela y, sobre todo, en la comedia, con su absurdo y su risa, porque sabe bien de la potencia revulsiva del humor”.

- Rodolfo Alonso, poeta: “Desmintiendo al mismo tiempo dos clásicos malentendidos, inclusive antagónicos, sin ser miembro del grupo, Leónidas Lamborghini no sólo fue dado a conocer en la hoy ya histórica revista de vanguardia Poesía Buenos Aires (número 27, 1958), cuando era prácticamente un joven inédito, sino que también se editó con nuestro sello su primer libro: Al público (1957). Parecía un poco huraño entonces y acaso sigue siéndolo. Sus razones tendría para estar como a la defensiva. Pero eso prueba que no se lo publicó por cortesía (nunca se hizo), sino por la originalidad y validez que sus primicias ya anunciaban. Para quien pudiera verlo”.

- Daniel Freidemberg, poeta: “Descolocado, porque no había lugar para algo así en la poesía argentina, el poema de Lambor-ghini salió no a solicitar ese lugar sino a hacerlo, es decir a replantear todo. No sólo porque resultaba inconcebible asumir una posición política nacional y popular con una poética de vanguardia, sino porque sacaba de la nada otra vanguardia, sin parentesco con las anteriores: ‘tú no tienes voz propia’, le dice, casi al principio, su ‘vena poética’ al Solicitante, y lo que descubrió Lamborghini es la posibilidad de escribir ‘sin voz’, sin lo que por ahí llaman ‘estilo’. Lo que de mil maneras viene haciendo desde entonces es escritura en operaciones. El rechazo al efecto emotivo no tiene que ver con el desplante cínico, ni la búsqueda de que la palabra tenga el valor de un acto tiene que ver con la provocación o el escándalo para ‘el ambiente’: esto es política de la escritura”.