La intriga sobre si Astor se suicidó o fue sólo otra de sus clásicas maniobras de persuasión se develará en el capítulo de mañana de Vidas robadas, aunque todo indica que sigue con vida y con ganas de vengarse de quienes lo traicionaron o le dieron la espalda. Sólo hay algo cierto: su influencia seguirá teniendo peso en una trama que avanza según sus movimientos. “Todavía no llegó a mis manos lo que voy a hacer. Aunque hay una etapa que evidentemente terminó, porque ahora su hija ya sabe lo que es o fue Astor. Todos los saben. Se cayeron las máscaras. No sé qué va a suceder con Astor, y me gusta poder ir descubriéndolo paulatinamente en el andar.”

–¿Pero qué le gustaría, al menos, que pasara con Astor?

–No me gustaría que sea El hombre que volvió de la muerte, en el sentido de que teja una venganza. Es una buena oportunidad para echar luz sobre qué es lo que pasa cuando el poder se repliega y mira desde la atalaya lo que hizo y lo que están haciendo los otros, casi como un Lear shakespeareano. Su regreso al programa es impredecible, porque si bien es un hombre frío, está viendo cómo todo su círculo se le dio vuelta. Los autores están valorando cómo se posiciona Astor en este nuevo escenario.