“La verdad es que me llevo muy bien con esta fama repentina que me dio el programa, seguramente porque me agarró grande”, confiesa Juan Sasturain. Ver para leer, que se emite los domingos a la medianoche por Telefé desde 2007, obtuvo recientemente el Premio Martín Fierro como Mejor Programa Cultural. “No tengo que hacer otra cosa que la que hago habitualmente, quizá sea un poco más payasesco, pero no compongo un personaje demasiado distinto a como soy yo”, dice el escritor y periodista. “Pensaba que no me iba a animar a hacerlo, pero evidentemente debo tener algo de vanidoso e histrión. Cuando me llamaron, seguramente pensaron: ‘Este pelado va a servir para esto’. Bueno, parece que les serví...”

–La idea de que el hilo conductor de cada programa sea tratar de conseguir libros que ayuden a resolver los distintos problemas que tiene Roque, ¿fue idea suya?

–Sí. No soy muy desequilibrado, no creo haber tenido una vida demasiado rica ni demasiado importante, no tengo un espíritu aventurero, ni siquiera soy curioso, pero soy lector. Y me gustan mucho los libros, la literatura, soy solapero, buscador... los libros ocupan un lugar muy importante en mi vida y este programa me dio la posibilidad de no tener que impostar. También la manera en cómo aparecen los libros no es demasiado mentirosa respecto de la relación que tengo con ellos. Tampoco me la doy de gran conocedor, conozco bastante de libros más viejos que nuevos porque no soy un buen lector contemporáneo y puedo hablar con fervor de los libros que conozco, pero tampoco sería capaz de hacer análisis muy finos o profundos. En eso me parezco a la mayoría de los lectores, que no somos demasiado especializados ni somos demasiado consecuentes. En general, trato de no mentir y hago lo que se me canta. Eso es lo mínimo que uno puede ofrecer. Y creo que en general me creen.

Sasturain cuenta que la gente le dice “qué lindo el programa, pero no me dice leí tal libro”. “Les gusta el gesto del programa, les parece bien que exista porque no tiene contraindicaciones. Cuando el lugar común y la corrección ideológica es decir que la tele es una bosta, Ver para leer está aparentemente fuera de la regla. Y tiene un consenso básico de todos los sectores. Pero no tengo forma de verificar si sirve para que la gente lea más”, señala el escritor.