El dramaturgo Roberto “Tito” Cossa, actual presidente de Argentores, dice que la entidad marcha, que se ha sistematizado, permitiendo así un mayor control de todas las áreas. “Esto era un almacén de barrio”, señala. En cuanto a su producción como autor, La Nona es parte importante de su historia teatral, que arrancó en 1962 con Nuestro fin de semana, estrenada en 1964, y continuó con Los días de Julián Bisbal, La ñata contra el vidrio (1966) y La pata de la sota (1967). Por esa época, escribió también guiones, como Los taitas, cortometraje de Hugo Santiago (1968), Tute cabrero, del realizador Juan José Jusid; Yepeto, dirigida por Eric Calcagno, El arreglo, de Fernando Ayala (en colaboración autoral con Carlos Somigliana), y No habrá más penas ni olvido, de Héctor Olivera, sobre la novela de Osvaldo Soriano. El estreno de La Nona se produjo el 12 de agosto de 1977, en el Teatro Lasalle. Dirigía Carlos Gorostiza y los intérpretes eran Ulises Dumont, Luis Brandoni, Javier Portales, Márgara Alonso, María de Luda, José María Gutiérrez y Lucila Quiroga. Esta pieza fue estrenada en diversos países. En Eslovenia la dirigió Osvaldo Bonet y en Francia, Jorge Lavelli. Fue llevada al cine por Héctor Olivera, con actuaciones de Pepe Soriano, Osvaldo Terranova y Juan Carlos Altavista, entre otros. Para Teatro Abierto escribió Gris de ausencia (1981), a la que siguieron Tute cabrero (1981), Ya nadie recuerda a Frederic Chopin (1982), El viento se los llevó (1983), De pies y manos (1984), Los compadritos (1985), Yepeto (1987), Pingüinos y muchas más, incluidas varias adaptaciones, la última, Cremona, de Armando Discépolo.