Juan Palomino (1961) es bonaerense aunque también se considera peruano, ya que vivió en ese país hasta los quince años. Estudió en la Escuela de Teatro de La Plata y fue fundador del Grupo de Teatro GIT (1983). También impulsó el taller de Teatro del Servicio de Rehabilitación Hospital Melchor Romero. Ha formado parte de numerosos elencos, entre ellos varios vinculados con el Teatro San Martín. Abordó también la TV, participando de Carola Casini, Verdad Consecuencia y Televisión por la Identidad. Toca el cajón y recita en una reconocida banda de ritmos afroamericanos, Los Negros de Miércoles, y ha incursionado en la dirección de cine. Sobre su pasión por las tablas ha dicho: “Intento anteponer lo colectivo sobre lo individual, en una profesión donde el individualismo fagocita. Y lo hago, también, porque elegí el camino de la militancia en la vida dentro de la actuación. Entiendo, finalmente, que esta profesión me da la posibilidad de la opinión y la crítica frente a un sistema que convierte en productos a más de uno, tapándoles la boca, los oídos y los ojos”.

Raúl Rizzo (1948) pasó por las inferiores de Atlanta, Ferro, Excursionistas y Deportivo Español. Lo de la actuación empezó como un juego, copiando en soledad lo que veía en el cine. Después estudió con Alejandra Boero. Su primer papel profesional fue en Madre Coraje, de Bertolt Brecht. Tras un par de intentos en la publicidad y en películas comerciales, la pegó con unas comedias de verano que hacía Alberto Migré. Armó Teatro Fantástico a principios de los ’80 junto a Silvia Vladiminsky, en otro tramo de su trayectoria teatral. Tuvo coqueteos con el cine, si bien es la TV la que le ha granjeado mayor popularidad. Estuvo en La Extraña Dama, Padre Coraje y Don Juan y su bella dama, entre otros.