Acaba de filmar en Rosario Cuestión de principios, de Rodrigo Grande, con quien ya había trabajado en Rosarigasinos...

–Es un gran director, con un libro extraordinario de Fontanarrosa y un guión que trabajaron juntos. Con Norma Aleandro nos reencontramos desde Sol de otoño, hace 11 años, y es como si nos hubiéramos visto ayer. Tenemos una historia frondosa compartida, trabajamos en el Canal 7 en un ciclo de Teatro Universal y Teatro Argentino. En la película, Norma es mi esposa: mi personaje es Alberto Castilla, un tipo anacrónico criado por una familia donde la ética y la moral eran puestos en ejercicio, pero no deja de tener un costado pelotudo. Trabaja en una multinacional relacionada con el Puerto de Rosario, pero nunca progresó porque tiene un dejo ajeno, un poco distante, tontamente aristocratizante. Ulises iba a personificar a mi amigo en un encuentro con lo mejor de la vida: la infancia y la adolescencia. Pablo Echarri está estupendo como gerente de la compañía, un joven yuppie, autoritario, con amores frustrados, simpático y atractivo a la vez. Con Norma formábamos parte en los ’60 de Gente de Teatro, un grupo dirigido por David Stivel con Emilio Alfaro, Juan Carlos Gené, Bárbara Mujica, Carlos Carella y Marilina Ross. Nos conocemos bien de toda la vida...

–¿Cómo fue su experiencia de trabajar con Carmen Maura en Que parezca un accidente?

–No pude verla en España porque estaba de gira. La película, dirigida por Gerardo Herrero, fue filmada en Canarias y el guión de Fernando Castets es muy bueno: una mujer, Carmen Maura, tiene migrañas constantes cada vez que piensa que su yerno engaña a su hija. Esas migrañas la remiten a las mismas que sentía durante su matrimonio, cuando su marido le era infiel. Yo personifico a quien recurren para eliminar a los maridos. Carmen es una gran actriz, de un enorme profesionalismo y con una cualidad que para mí es muy admirable y muy difícil: es enemiga de la sobreabundancia de datos. No le gusta ensayar demasiado, para no quitar espontaneidad: prefiere actuar la situación y darle un singularísimo sentido de verdad.

–¿Tiene algún otro proyecto?

–Una película, Verano amargo: el guión es de un argentino radicado en Los Angeles. Juan Carlos Desanzo la va a dirigir. De concretarse el financiamiento, podré disfrutar de la Argentina un tiempo más, porque se empezará a filmar a fines de marzo.