Hace un par de semanas se hizo un recital con el objetivo de colaborar con los damnificados por el temporal en Tartagal. Los músicos alcanzaron a tocar poco más de una hora, porque el evento debió suspenderse debido a que el espacio resultó chico y la asistencia se mostraba dispuesta a romper lo que se le pusiera enfrente. Antes del final, un cronista de este diario cruzó un par de palabras con Pil Trafa, el vocalista de Violadores. Pil reflexionaba: “Tenemos que aprender que sin ninguna regla nos vamos a lastimar”. Al rato salió y tocó el gran hit de la banda. El tema usa palabras en nadsat, la jerga bizarra con la que se comunicaban los personajes centrales de La naranja mecánica:

“Varias débochcas caminan por ahí

mueven sus scharros con frenesí

los málchicos de cuero nos queremos divertir

con mis drugos al ataque vamos a ir”.

Faltaba poco para que se desataran las corridas y las piñas. Y el público no cantaba la estrofa. No la entendía. Ni hablar de saber a qué película aludían esos vocablos raros. Sólo se coreaba el estribillo, que reza: “¡Uno, dos... ultraviolento!”.