Actor de teatro, cine y televisión, Edward Nutkiewicz, de origen polaco, estudió teatro con Marcelo Lavalle y en la Escuela Nacional de Arte Dramático. Integró el elenco del Teatro San Martín entre 1980 y 1987 y participó en unas cuarenta obras. Hoy es uno de los protagonistas de Marat/Sade, espectáculo que dirige Villanueva Cosse en el TSM. Fundador en el 2000 del Teatro-Estudio El Bardo, junto a la actriz Alejandra Bonetto, Nutkiewicz adapta obras y actúa, pero no en Divinas palabras. Opina que el retrato social que ofrece Valle Inclán es semejante al actual: “Cuando veo a sectores indigentes, marginados, en acciones de gran patetismo, como la de mujeres con bebés dormidos en brazos y pidiendo limosna, o chicos enviados por sus padres a mendigar, recuerdo a los personajes esperpénticos de Valle y su carga de crítica social, de rasgos pictóricos de negro intenso, como los de estas dos familias que se disputan la pertenencia de un enano lisiado y lo exponen como espectáculo para ganar dinero”. Nutkiewicz memora su primera aproximación al autor de Romance de lobos. Fue en la década del ’80, cuando actuó en Los cuernos de Don Friolera como integrante del elenco estable del TSM: “El esperpento según Valle es la deformidad que produce un espejo cóncavo cuando nos colocamos frente a él. Seguramente esto fue un disparador para los sucesivos artistas que abordaron sus obras. Elegí Divinas... y tuve en cuenta las deformaciones casi animales que aparecen en ciertas personas pintadas por Goya. Valle Inclán es una perla dentro del teatro universal. Posee una riqueza lingüística y expresiva muy profunda y al margen de toda literatura, en este caso la gallega. Como adaptador reduje la historia concentrándome en los protagónicos, y también las excesivas adjetivaciones, una característica de este autor. Por el contrario, acentué la atemporalidad que sugiere Valle. Me propuse además adaptar algunas expresiones buscando los sinónimos más reconocibles ya que su escritura es una amalgama de dichos gallegos arcaicos y americanismos, con acotaciones brillantísimas, casi cinematográficas, difíciles de representar, pero que despiertan la imaginación y producen un sentimiento de libertad”.