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Sábado, 19 de diciembre de 2009

TELEVISION › TELEVISIóN X LA IDENTIDAD, MONTECRISTO Y RESISTIRé

Ficciones que lograron despertar conciencias

Arribado al principal puesto artístico del canal desde las huestes de Marcelo Tinelli –era el productor ejecutivo de VideoMatch– como un desconocido para el gran público, Villarruel supo construir a través de la programación de Telefe un perfil de productor televisivo que entendió que la única manera de mantener a la gente atrapada frente al televisor era que la pantalla acompañara los cambios que la sociedad vislumbraba en lo social, político, económico y tecnológico. Tras los primeros años, en los que parecía que su continuidad en la gerencia artística pendía de un hilo, el hijo del periodista Sergio Villarruel supo torcer el rumbo apostando al riesgo más que a la fórmula segura. A través de la realización local del primer Gran Hermano (2000), fue uno de los mentores para que los reality shows aterrizaran en el mundo catódico argentino, exprimiendo al máximo un formato polémico y revolucionario. Su primer gran hallazgo fue haber confiado en un joven Damián Szifrón para la realización de Los simuladores (2002), una de las series más logradas de la TV argentina de las últimas décadas. Tampoco se debe dejar de lado que en estos años Telefe fue el canal pionero en adaptar localmente –con suerte dispar– series extranjeras como La niñera, Casados con hijos y Hechizada.

De todas maneras, la principal huella que deja la dupla Villarruel-Llorente en la televisión recae en las ficciones que desde Telefé Contenidos produjeron con el afán de “despertar conciencias” por medio de tramas ancladas en la realidad. Resistiré, en 2003, fue la primera ficción de una larga lista que le inyectó “compromiso social” a la típica historia de amor. En esa línea, en 2006 apostó fuerte con Montecristo, donde por primera vez el robo ilegal de bebés y las consecuencias de la última dictadura militar argentina llegaron a las mesas de todos los hogares argentinos en el contexto de una novela del prime time. Al año siguiente, la decisión de recrear algunos casos reales sobre la desaparición de personas de parte de la dictadura en Televisión x la Identidad le valieron a la serie un buen rating, una alta repercusión mediática y el primer premio Emmy Internacional para un programa argentino, como mejor miniserie. En Vidas robadas (2008), el conflicto social de la novela llevó a la pantalla la problemática del secuestro de personas para la explotación sexual, inspirada en la interminable búsqueda de Susana Trimarco para dar con el paradero de su hija, Marita Verón.

Esta idea de entender la televisión como un medio masivo único e inigualable para transformar lo social le significó alegrías que ni el rating ni las críticas pueden brindar. Una de ellas fue cuando algunos chicos que habían sido entregados ilegalmente por militares a fines de los setenta se reconocieran en las fotos que mostraba Montecristo y recuperaron su verdadera identidad. Esa no fue la única vez que la pantalla de Telefe se puso al servicio de la sociedad en estos años: a través de una campaña audiovisual que realizó junto a Missing Children, a comienzos de 2009 tres chicos fueron encontrados gracias a las imágenes y datos que difundían los spots. A su vez, desde Abuelas de Plaza de Mayo no dejan de señalar que Televisión x la Identidad –y sus repeticiones– tuvo mucho que ver para que la cantidad de nietos encontrados en los últimos años se haya incrementado considerablemente.

Desde su lugar de profesionales con inquietudes externas a la televisión (Villarruel es sociólogo y Llorente, licenciada en Ciencias Políticas), la dupla que a fin de mes abandonará la dirección artística de Telefe no dudó en incluir programas culturales cuando el viento soplaba a favor en términos de rating y presupuestarios. Así, se dio el gusto de poner al aire ciclos de ciencia (Científicos, industria argentina), historia (Algo habrán hecho, El gen argentino), literatura (Ver para leer), cortometrajes (Telefé cortos), música (Música para soñar) y hasta incluir documentales temáticos en el prime time (20 de diciembre, Amia 9:54, Hijos del dolor, nietos de la esperanza, Malvinas: la guerra íntima, Mundial 78: la historia paralela). No es poco.

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