“Me hice hincha de Ferro para hacerla hincha a mi mamá”, empieza la historia Guillermo Mordillo, que en su trabajo como dibujante profesional ha incluido guiños al equipo de Caballito en muchísimas oportunidades. “Yo era hincha de Boca, pero me amargaba mucho. Porque Boca tiene que ganar. No puede empatar ni perder. Y eso ya desde pibe no lo acepté. El hincha de Boca a veces necesita a Boca como motivación de vida. En cambio como yo tenía eso en el dibujo, fui dejando de ser hincha de Boca, hasta que me quedé sin equipo.” Un día, la madre le fue con un pedido extraño. “Me gustaría ser hincha de algún cuadro de fútbol, así los domingos tengo algo en qué interesarme”, le dijo y su hijo respondió: “Mirá, mamá, vos de soltera vivías en Caballito, tenés ojos verdes y te llamás Oliva, tenés que hacerte hincha de Ferro”. Después, cuenta, “en mi trabajo fui metiendo guiños”. Tanto es así que el único dibujo suyo basado en un hecho real es un gol de Ferro a River. “Cuando era chico mi papá me llevaba a ver River–Boca en bicicleta. Era la época de La Máquina, años ’40. Y yo nunca vi ganar a Boca en la cancha de River. Pero en el ’52 jugaron River y Ferro, y ese día Ferro ganó 3 a 1, y me dio la satisfacción que nunca me había dado Boca –narra–. Ahí hubo un gol muy especial. En esa época al estadio de River le faltaba la tribuna que da al río, era como una herradura, entonces los arqueros jugaban con gorra por el sol. El jugador de Ferro tira de lejos, la pelota sobrepasa al arquero, pega en la arista del poste cuadrado y sale para arriba, el arquero se da vuelta a buscarla, pero no la ve, y no se da cuenta de que está arriba suyo. Cuando la pelota cae, le pega en la cabeza, el hombro y entra.” Ese dibujo fue publicado en nuestro país en El Gráfico, consignando la fecha del match.