El periodista y musicólogo Santiago Giordano, junto a su colega Alejandro Mareco, presentarán hoy Había que cantar, un libro sustancioso sobre la historia del Festival. La cita, enmarcada en la diversidad de actividades propias del festival, será hoy a las 11 en la Escuela Julio Argentino Roca (San Martín y Sarmiento). “Nos planteamos tratar de llegar a la razón íntima que hizo de Cosquín la capital nacional del folklore. A partir de esta idea trazamos la memoria, edición por edición, hasta llegar a este cincuentenario”, explica Mareco, también periodista de La Voz del Interior. El libro consta de dos partes, una introductoria, que repasa el devenir del fenómeno Cosquín. Y otra, de-sarrollada por Giordano, que recopila la memoria de cada edición, sustentada en una profunda revisión de lo que diarios y revistas contaron en cada momento, más la mirada crítica del autor. “Hay historias muy sabrosas, como cuando Jaime Dávalos le pegó una piña al crítico de La Voz, a fines de los ’60. O cuando el Ateneo Folklórico pidió la expulsión de Ariel Petrocelli por contar cuentos, tomándole el pelo a la Iglesia. O, incluso más lamentable, cuando la intervención política de Córdoba en 1975 envió un coronel para controlar qué se cantaba y el festival terminó dándole un Camin Cosquín, su mayor galardón, ‘por su inestimable colaboración’”, señala Giordano. Había que cantar fue editado por la Comisión y, por ahora, puede conseguirse en librerías y puestos callejeros de las calles de Cosquín.