Se puede hacer literatura con el banderín de Boca enfrente. Sergio Olguín, clase 1967, nacido en Buenos Aires, criado por los pagos de Lanús, lo hizo. Estudió letras a fines de los años ’80 –siempre recuerda a David Viñas, modelo de profesor que “te permite pensar, discutir y pelear”–; fundó la revista V de Vian y creó al mordaz Santiago Pazos, suerte de alter ego que no dejaba títere con cabeza dentro y fuera del mundillo de la literatura argentina. Olguín fue víctima de su inefable criatura, que se atrevía a cuestionar hasta las notas que firmaba para la revista Página/30; y tanto le gustó que no pudo evitar, después de publicar su primera novela, Lanús (2002), incluirlo en el repertorio de personajes de su segunda novela, Filo (2003). Antes dio los primeros pasos con su libro de cuentos Las griegas (1998), editó varias antologías (Los mejores cuentos argentinos y La selección argentina, entre otras) y colaboró en Página/12 y El País de Montevideo, entre otros diarios. Gracias a su novela juvenil El equipo de los sueños (2004), traducida y publicada en Alemania, Francia e Italia, los mismos países en que se editó la segunda parte, Springfield (2007), pudo cumplir “el sueño del pibe”. Mientras la Selección Argentina jugó el Mundial de Alemania (2006), el escritor anduvo de gira literaria-futbolística por Frankfurt, Hamburgo, Bremen, Berlín, Osnabrück y Colonia. Actualmente es jefe de redacción de la revista Lamujerdemivida.