Sobre Coki:
“‘Y la lluvia cae lenta y si cae no la siento y no tengo nadie donde ir’, cantaba Coki a mediados de los ’80 en Cañada de Gómez, con voz rasposa y sonido áspero. No lo conocía, pero alguien que cantara así esas palabras que había escrito, ya me parecía mucho más que simpático. Punto G era el nombre del grupo y aunque no lo supiéramos en ese momento, faltaba muy poco para que grabáramos el primer álbum del grupo. Debernardi tampoco sabía que en los próximos años iba a convertirse en uno de los más genuinos autores de canciones ligadas al rock en castellano. El punto de vista del niño y el absurdo forman el corazón de su gema poética. Detallista incansable, no deja casi nada librado al azar dentro de un estudio. Su música transpira fuerza por donde se la oiga y sorprende la sencillez y contundencia de sus elecciones melódicas dentro de su composición. Perdida es un momento cumbre de su tarea artística y una obra que trasciende modas y coyunturas”.

Sobre Aloras:
“Gonzalo llega a mi vida en los finales de los ’90, con elegancia musical y una desbordante curiosidad. Impresiona su ductilidad para la composición, sus precisos arreglos y la audacia armónica de sus canciones. Artista moderno, su forma primera es la música. Capaz de interpretar al piano un Bill Evans, una pieza de Adolfo Avalos o animarse a descifrar la bossa nova a través de las formas de Joao Gilberto. La noche que me mostró por primera vez Trola Cocacola, basada en los textos de Cachilo, el poeta ambulante de la ciudad de Rosario que escribía en las paredes, sentí una intransferible emoción de orgullo, chauvinismo y alegría, porque ese pibe tenía todo lo que a mí me interesaba. La idea de que el tiempo es lo único que tenemos y lo único que perdemos, y que él estaba dispuesto a dar pelea. Nacía una estrella”.

Sobre Vandera:
“No necesita presentación. Cantante extraordinario y compositor neto. Su primer álbum por Epsa es una clase de sobriedad y calidad. Nunca mejor dicho en la música pop argentina eso de ‘menos es más’. Piano, Hammond, bajo, guitarras, batería, voces y un conjunto de canciones que despertarán la envidia de muchos y el placer de más aún. Sus canciones evocan a Elvis Costello, lo que quiere decir a la tradición compositiva más sofisticada dentro de la música popular del mundo contemporáneo. Es una gran suerte transitar la vida con estos artistas en el mismo barco, donde por supuesto todos somos marineros y capitanes”.