“Estoy viviendo este Mundial desde un lugar emotivo, desde lo humano”, cuenta el performer mientras atiende a un partido del segundo turno de octavos de final del Mundial. “Las lágrimas me abordan no tanto por fanatismo del equipo sino por cómo se dan las situaciones. Siempre lo quise a Diego y verlo reivindicarse como técnico, verlo contento, me emociona. El otro día, antes de un partido, las hijas le dijeron ‘te queremos’, y él habló de haber estado en un hospital, de su antes y después... Eso me emociona. El gol de (Martín) Demichelis a Grecia me emocionó también, pero no por el partido en sí, que no me interesaba demasiado porque ya estábamos clasificados. Me emocionó que él lo metiera. Porque contra Corea se había mandando una cagada tan grande y se había sentido tan mal que me puse en su lugar y sentí que el gol era una reivindicación. Lo de (Martín) Palermo también: la madre abrazándose con el otro hijo. Es una película, es un Mundial aparte para nosotros. Y cuando (Lionel) Messi haga un gol vamos a llorar todos”, asegura.