Si bien dice estar “a full” con Bad time..., Posca cuenta que aunque ha recibido ofertas para trabajar en televisión y radio, sobre todo en la primera, “hay como un inconsciente colectivo” instalado. “Los productores piensan que yo voy a decir que no, entonces no me llaman para determinadas cosas. Y a lo mejor yo querría porque la tele me interesa. Se está instalando que soy un actor de culto, y a mí me chupa un huevo. Guarda, también lo generé yo porque tengo el no fácil”, advierte. Sin embargo, subraya que quiere “desmitificar eso de que estoy todo el tiempo colgado, creando mis personajes”. De los productos televisivos actuales, no hay ninguno que pueda provocarle un “uy, acá me hubiera gustado participar”. “Me suele suceder que digo ‘acá no me veo ni en pedo’ o ‘qué suerte que dije que no’”. Entonces, se da cuenta de la contradicción y ríe: “Soy una gran paradoja caminando. Me hago la víctima: ‘¿Por qué piensan eso de mí?’, y por otro lado... ‘¡Qué hijo de puta, muy bueno, fuerte el aplauso!’, diría Angelito”.