Aunque parece que tuviera mucho sentido del humor, Agnes Heller (Budapest, Hungría, 1929) rechaza que “la fórmula de su vida” pase por el humor. Confiesa que es “muy mala” contando chistes. “Mis dos esposos eran muy buenos contando chistes. En compañía de ellos, yo no podía ni hablar. Lo que tengo, más bien, es ironía. Creo mucho en la autoironía”, agrega la filósofa húngara, autora de La teoría de las necesidades en Marx, Sociología de la vida cotidiana, Teoría de la historia, Anatomía de la izquierda occidental, El péndulo de la modernidad, Biopolítica: la modernidad y la liberación del cuerpo, Más allá de la justicia y Una filosofía de la historia en fragmentos, entre otros. Es profesora emérita de la New School of Social Research de Nueva York y en la Universidad de Budapest.