Desde hace algunas semanas, Furriel reparte su tiempo entre las grabaciones de Caín & Abel y las funciones de La vida es sueño, el clásico de Pedro Calderón de la Barca que se presenta en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín. Pero lejos de la queja que acompaña a quienes hacen TV y teatro al mismo tiempo, el actor dice haber alcanzado este año una satisfacción que nunca había experimentado. “Tener la posibilidad de interpretar a Segismundo fue un desafío muy importante. Cuando estudiaba en el Conservatorio soñaba con hacer este tipo de personajes, por la dimensión que tienen. Segismundo me permitió darle forma a aquella idea abstracta que tenía mientras estudiaba, respecto de cómo es interpretar a determinados personajes clásicos. La complejidad del teatro en verso, con textos barrocos, me hace disfrutar mucho la actuación”, subraya el actor, que ya había trabajado en el Complejo Teatral en obras como Locos de verano (Alvear) y El reñidero (Regio). “Hasta La vida es sueño –confiesa– sentía que me faltaba algo. Vivía con la sensación de que, en vez de estar conectado a pleno con lo que hacía, pensaba en lo próximo, en ir por más. Un personaje como Segismundo, en el que hay que trabajar tanto, hace que el ego no te pueda desenfocar ni engañar. Fue un aprendizaje importante.” En la otra vereda, Vena dice estar disfrutando el no hacer teatro después de mucho tiempo en cartelera. “Hacía tiempo que no tenía libre los fines de semana. El otro día me crucé con Jorge Suárez y no podíamos creer que organizáramos ir a tomar unas copas de vino para el viernes, y el sábado hacer un asadito para a la noche quedarnos tranquilos en casa”, relata, con alegría por el tiempo de ocio recuperado. De todas maneras, Vena sigue arriba de las tablas: hace dos funciones por mes de la itinerante Huellas de tintas, una obra que recorre los cien años de Argentores, y que protagoniza junto a Arturo Puig y Selva Alemán. Además, este año se lo podrá ver en el capítulo “Los niños que escriben en el cielo”, de Lo que el tiempo nos dejó (martes a las 22.30), y en 2011 en la pantalla grande en la comedia negra El dedo, la ópera prima de Sergio Teubal, donde comparte elenco con Gabriel Goity, Martín Seefeld, Roly Serrano y Mariana Briski.