La relación entre Posca y Belloso trasciende el set de Los únicos. En realidad, ambos actores fueron, antes que amigos, admiradores uno del otro, “allá tiempo y hace lejos”, cuando transitaban por el under del teatro. Y la amistad viene de larga data. “Nos hicimos amigos en el verano del ’92, en Mar del Plata”, rememora Posca. “Yo estaba laburando con Los Melli en el Astor Bar, ¿te acordás?”, le pregunta Belloso a su coequiper. “Sí, totalmente. Y yo estrenaba mi primer show. Eran años de mucha e intensa creatividad. Después lo convoqué a Belloso para hacer un piloto de TV, en 1993, que para nosotros estaba buenísimo, pero que era demasiado rebuscado para la TV de aquel momento. Yo lo sigo viendo y me sigue gustando”, cuenta Posca. “Nunca habíamos trabajado con continuidad en una tira. Compartíamos camarín en Sos mi vida, pero escenas apenas un puñado”, confiesa Belloso. Incluso, la sintonía de los actores es tal que por estos días ambos tienen en la cartelera del Paseo La Plaza sus unipersonales: Posca presenta Bad time, good face, de jueves a sábados en la sala Pablo Picasso, mientras que Belloso sube a escena con su ¡Pará fanático! los viernes y sábados en la sala Julio Cortázar. “No es una relación de ‘hola y chau’ la que tenemos. ¡Nos queremos como dos hermanos, tío!”, cierra Posca, entre risas.