Miércoles, 31 de agosto de 2011 | Hoy
MUSICA › OPINIóN
Por Germán Marcos *
“Agosto es tango”, rezan los afiches. El lema se repite desde 2008, cuando el Festival de la Ciudad se unificó con el Mundial de Baile y se estableció en el calendario de actividades culturales de acuerdo con el período veraniego de Europa y Estados Unidos. Aquella decisión fue el puntapié inicial para otorgarle al Festival el carácter de producto de exportación, en detrimento de la participación local.
En 2010, Mauricio Macri sinceró lo que la retórica de los responsables del área de Cultura trataba de maquillar. El jefe de Gobierno declaró que “el tango es la soja porteña”, que “la ciudad no puede plantar soja”, pero que “contiene su propio ‘lo verde’ que es el tango” (sic). Quedó en el recuerdo el planteo de retenciones al tango for export que se le hizo, en tren de continuar con la comparación. Ese video, que se puede ver en YouTube bajo el título “Macri y Lombardi, retenciones al tango soja”, exhibe el mismo planteo al ministro de Cultura. Hernán Lombardi no lanzó una risotada como su jefe político. Más bien lo contradijo conceptualmente: “siempre estudiamos mecanismos redistributivos” para satisfacer las “sustentabilidad de la cultura”.
El festival acapara las acciones que desde Cultura se implementan en torno del género. Al gobierno de Buenos Aires, que heredó la cartera con más presupuesto a nivel nacional, se le reclaman actividades para todo el año, porque al tango no se lo cosecha sólo en agosto. Por fortuna para los porteños, ese vacío de gestión lo completan los artistas que trabajan en la creación de público local para el género: el Festival de Tango Independiente, que después de los carnavales realiza las milongas multitudinarias al aire libre (lógicamente, en invierno no pueden hacerse), o los festivales de Almagro y de La Boca, que tratan de imponer en la agenda la problemática de las clausuras a los espacios para la música en vivo.
En la presentación de este año, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, expresó que el desafío para el 2012 será “establecer algo que lleve al Festival a otro lugar de la ciudad”. El desafío es ridículo: esta edición 2011 fue la que menos sedes tuvo en la historia de los festivales. Solo cuatro, por no decir tres, ya que el Luna Park se usa sólo para las finales del mundial de baile. Los vecinos de Lugano, para escuchar a la orquesta de la “Zona de Acción Prioritaria” bautizada como El Porvenir, tuvieron que viajar una hora y media en colectivo para llegar al Centro Municipal de Exposiciones. Paradójicamente, en la “Zona de Acción Prioritaria” la política oficial no programa tango, ni siquiera en agosto.
* Periodista de Fractura Expuesta. Coorganizador del Festival de Tango Independiente.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.