- Liliana Herrero (sobre “Recordándote”, de Alfredo Zitarrosa): “Es la primera vez que, estimulada por Alan, grabé una canción de Zitarrosa. Para mí significa mucho, porque si bien no es un autor que no me interese (más bien todo lo contrario), nunca tomé la decisión de grabar un tema suyo. Fue una oportunidad preciosa porque los músicos que tocan son fantásticos, el tema es hermoso y, claro, es Zitarrosa. ‘Recordándote’ es un tema que se me había pasado, evidentemente, y tuve que estudiar la parte, pero la abandoné, porque en la grabación todo fluía de un modo tan emocionante que lo canté directo. Me metí dentro del plano estético que planteó Alan, que me pareció exquisito. El tema se grabó en dos tomas y fue un momento vivaz, fresco, intenso, de mucha alegría... fluyó todo. El disco, globalmente, también me pareció precioso. Compartí un trabajo pensado, con ideas muy interesantes, músicos valiosos, un colectivo que me pareció novedoso para trazar un horizonte sobre el cual pensar esta parte del sur del mundo, con un nivel musical fino y alto. Este disco es una perla de la memoria musical argentino-uruguaya”.

- Hugo Fattoruso (sobre “A dos orillas”): “Sobre la sesión no sé qué decir. Ya estaba hipnotizado por la invitación, porque Alan hizo ese fragmento-arreglo maravilla de ‘Dos Orillas’, por los músicos involucrados y por el clima general, de amistad y el altísimo nivel musical. Es una canción que escribí sin teclado en una placita en Osaka, haciendo tiempo para salir a la próxima ciudad con Tomohiro, que participó en partes del arreglo en general, por eso está firmada por ambos. En esa gira del 2007 escribí todos los temas originales que luego llegaron a ser el CD Dos Orientales, nuestro primer trabajo grabado del dúo. Tenía conmigo un teclado de Tomo y en las habitaciones de los diferentes hoteles y ciudades fui redondeando y armando temas y versiones como ‘Desafinado’ o ‘Esa tristeza’. Dos Orillas fue así, sin tecla”.

- Diego Schissi: “Alan eligió un grupo de temas que yo no conocía, aunque siempre el cancionero uruguayo sorprende felizmente por lo variado y único en su síntesis rítmica y lírica. Creo que se logró un sonido particular, diferente de las versiones originales por lo que el aporte del Colectivo deja su marca en un tratamiento personal más bien introspectivo e íntimo, con momentos de suave melancolía”.

- Daniel Maza (bajo en “Marchanta”, de Richard Nant y “Distraída”, de Matías Mormandi): “Lo primero que sentí ese día de grabación fue un clima de vamo’arriba. Cada uno sentía que el disco era suyo, cosa que me gusto mucho, además de llegar y ver grandes amigos como el Pipi Piazzolla. Empezamos con la grabación de ‘Marchanta’, un tema muy copado, y tocó el Hugo Fattoruso, ¿qué se puede decir de él, no? Creo que quedó muy bien, el clima que el tema necesitaba fue el que quedó, un temazo. En cuanto a ‘Distraída’, me gustó tanto el tema que pedí para cantarlo. Es muy difícil para cantar pero entre los dos creo quedó bien. Me gustó mucho el proyecto de Alan, me parece un discazo y ese gusto que tiene para los arreglos es muy original, creo que no se parece a nada y eso es muy importante. Me gusta porque tiene la música bien clara en la cabeza, y eso lo hace un gran director, sin ninguna duda. Yo lo miro desde mi óptica y es un disco de música uruguaya con una gran dosis de arreglos argentinos, que en la mixtura va como piña”.

- Guillermo Klein (piano y voz en “Duérmase la mamá”, de Jaime Roos): “Jaime Roos es uno de mis ídolos. Lo descubrí ya de grande, a los 20 años, gracias a Román Giúdice. Una vez lo escuche en 1991 en Atlántida y sigue siendo uno de mis recuerdos musicales mas altos. Cuando Alan me llamó para que me aprenda y cante un tema suyo fue un subidón. A mi mujer le gusto muchísimo el tema original. Un día vino Alan a casa y nos quedamos horas tocándolo, hasta que casi nos dormíamos, Ahí sentimos que estábamos listos. El día que fui a grabar fue especial: llovía fuerte y en Ion, el estudio más emblemático de Buenos Aires, estaba la banda armada (compañeros de muchas y diversas tocadas), ensayamos un pequeño arreglo de caños y lo tocamos de una. Un ambiente muy tierno y enfocado a la vez”.