“Estoy muy acostumbrada a hacer dramaturgia cuando dirijo, a intervenir siempre mis textos. Cuando leí esta obra me di cuenta de que no se podía tocar una palabra, que por esta vez era mejor dejar la tijera de lado porque así ya era perfecta.” Quien habla es Ana Woolf, actriz, dramaturga y directora. Lo hace sobre Flores arrancadas a la niebla, de Arístides Vargas, obra que dirige los sábados en Andamio 90. La pieza (coproducción entre el grupo argentino Línea Roja y Laboractores teatro de Colombia) retrata a dos mujeres que se encuentran en una estación de ferrocarril, sin especificación de lugar ni de tiempo, transitando la indeseada experiencia del destierro. “Decidí respetar la dignidad que Arístides nos regalaba contando una situación paradójicamente indigna”, completa.

Por su profundo compromiso con la situación que sufren miles de personas migrantes de todo el mundo, la pieza fue declarada de interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación. Ambientada en 1950, brinda una profunda reflexión en torno del exilio, que estas mujeres –interpretadas por Natalia Marcet y Cecilia Ruiz– viven de distinta manera, pero con igual conmoción. “Me interesó lo maravilloso que es el texto, y que pese a ser de tinte dramático tuviera un nivel de poesía y de carnalidad sorprendente”, cuenta Woolf.

La directora asegura que “fue muy interesante transitar la geografía interna del texto y darle forma a esos personajes” y que el gran desafío fue lograr que el trabajo de las actrices fuera digno de la belleza de ese texto. “Traté de construir desde la puesta una poesía y trabajé mucho con los cuerpos. Creo que quedó algo bello y en diálogo con el texto dramático”, afirma.

* Flores arrancadas a la niebla va los sábados a las 20 en Andamio 90, Paraná 660. Reservas: 4373-5670.