Tanto en la serie que estrena hoy como en sus películas, Campanella trabaja alrededor de la comedia dramática de corte familiar. De gran convocatoria, su cine fue, sin embargo, acusado por parte de la crítica de “popular” y “sensiblero”, por “apuntar al corazón”. El director se defiende: “Que apunta al corazón y a los sentimientos no es errado. Pero creo que lo que yo hago es apuntar a la cabeza y de ahí se pasa a los sentimientos. Todas las películas que provocaron un impacto en mi vida fueron aquellas que me emocionaron. Eso es verdad. A mí lo que me jode es que digan que yo hago cine con golpes bajos. Porque parece que cualquier cosa que te provoca emoción es un golpe bajo. Y no es así. El golpe bajo tiene que ver con lo gráfico del drama, como Réquiem por un sueño. Yo me cuido de que no haya ningún golpe bajo. No muestro un nene llorando y gritando ¡Mamá, mamá! como en Las horas; tampoco muestro la muerte de un niño para conmoverte. También me tildan de demagógico, lo cual es injusto porque ser demagogo es hacer algo pour la galerie, y el cine que yo hago es el cine que me gusta a mí.”