La vida de Sybila Arredondo es una confluencia de literatura y militancia. Hija de la escritora chilena Matilde Ladrón de Guevara, se casó con el poeta Jorge Teillier y luego con el peruano José María Arguedas, de quien enviudó en 1969. Después llegó Sendero Luminoso, la cárcel y, más acá en el tiempo, la reconstrucción del vínculo con los suyos. Y entre ellos, claro, su sobrina.

–Una de las diferencias más grandes que parece existir entre usted y su sobrina Teresa es la noción de terrorismo. ¿Cómo lo definiría?

–Cuando los sistemas se tornan obsoletos y las políticas estatales y gubernamentales resultan incompetentes, surgen las “creaciones heroicas” contra los pueblos de cualquier país que reclamen justicia. Así, una de las últimas ideas “brillantes” de los ideólogos imperialistas fue la criminalización de las luchas sociales, como por ejemplo las filosóficas, ideológicas, políticas, sindicales, campesinas. Hoy, para dejar en claro las conversaciones, polémicas y opiniones, según el carácter de clase de quien habla, tenemos que analizar a qué se refiere e ir muy a fondo. Hay que ver que el origen del uso contemporáneo de la palabra “terrorismo” por un Reagan, Bush o algún seguidor es para manejar el miedo y el horror a través de todos los medios de ataque. Así se domina por actos de terror y represión hasta llegar a desatar la guerra en un país para mantener un poder injusto, sin que importen si no los intereses del opresor.

–Sobre el final del film, usted dice que para defender cosas que beneficien a un grupo grande, es necesario renunciar a la defensa de un núcleo más cercano. ¿En qué momento de su vida llegó a esa conclusión? ¿Fue complejo aceptarla?

–Usted me dice que digo... Voy a revisar el film para contestar. A mí me parece que los menos, con buenas ideas y mejores razones, suelen ganar los combates de la vida. Pero cuesta muchísimo. Sin embargo, la experiencia me ha generado optimismo.

–¿Qué aspectos de la lucha de su militancia se alcanzaron con el correr de los años? ¿Cree que aún es posible lograr un cambio?

–El mundo cambia rápido, muy a pesar de cada uno. Uno tiene que ver qué prefiere, elegir de qué lado ponerse. Por suerte, en política podemos, aún con dificultad, hacer evaluaciones tomando en cuenta los sucesos de la Historia y analizar hacia dónde vamos. Somos muchos los que estamos descontentos por razones más allá de nuestros individuos o intereses particulares.