- Pablo Conde, programador junto a Marcelo Alderete del ciclo Generación VHS, que tendrá su cuarta temporada en el Malba. “La nostalgia es un mal moderno que avanza ferozmente: no sería extraño que en un tiempo haya nostalgia por la nostalgia. Creo que los ’80 fueron como una isla de la cual desapareció la ironía. Sólo basta ver la ropa y los peinados de la gente para comprobarlo. Fueron los años de formación para los que tenemos de treinta para arriba y toda la iconografía –del 8 bit al los posters Pagsa– es parte de nuestra esencia. A la hora de recordar, qué mejor que insistir con la alegría multicolor y la inocencia. Nuestra idea con Generación VHS era insistir con una idea: el VHS fue el formato que democratizó al cine, ya que permitió dos cosas tan concretas como que uno sea el programador de lo que iba a ver cuando quisiera, de acuerdo con lo que elegía en el videoclub, y que convivan con alegría todos los géneros, estilos y humores cinematográficos. Lo que hacemos con Generación VHS no es repasar viejos títulos de videoclub, sino tratar de reflejar y reflexionar sobre una forma de ver –y entender– el cine.”

- Alejandro Quesada, guionista de Graduados. “Había una apuesta en Graduados con esa década porque los personajes pertenecían a esa generación. Es más, los quince minutos iniciales del primer capítulo son con la fiesta de graduación en 1989. La repercusión nos sorprendió y en cierta medida sirvió para la reutilización de los flashbacks como mecanismo. Hay algo de nostalgia positiva de ir hacia un lugar seguro, inocente, es un tiempo que parece más resguardado aunque no todos los personajes hubiesen vivido su adolescencia como idílica. Cuando hicimos que vayan a Feliz Domingo la gente agradecía, porque para una camada le servía para explicarles a sus hijos cómo había sido todo aquello. La música nacional también tuvo un lugar preponderante.”

- Guillermina Ygelman, experta en tendencias y directora de Atypica. “Tiene que ver con los ciclos de 20 años. En realidad, a nivel diseño, hoy ya están empezando a estar de moda los ’90 con sus borcegos y sus relecturas de los batiks de los ’60. Diría que la moda es una sumatoria por capas. El año pasado, por ejemplo, Ay Not Dead relanzó los pantalones nevados, y es una cosa extraña porque para la mitad de la gente son horribles y la otra mitad los adora. Lo que queda de los ’80 es su estilo más rockero, menos lo urbano, lo cual es singular, ya que muy pocos se vestían como lo que hoy se usa. El porqué sucede ese permanente retorno sigue siendo una incógnita. Tal vez tenga que ver con las épocas de crisis y lo bueno es que las crisis generan creatividad.”