Actual director general de la Opéra de Niece, con la cual el Colón coproduce esta puesta, el régisseur Paul-Emile Fourny destaca “el casting y el trabajo realizado por el director artístico del Colón, Marcelo Lombardero, en el sentido de que se reunió un conjunto de artistas que, al mismo tiempo, responde perfectamente a la necesidad de caracterización de los personajes y a las exigencias musicales”. Nacido en Lieja, donde recibió el primer premio del Conservatorio Real en 1981, Fourny ingresó, en 1986, al grupo de Gérard Mortier en el Teatro de La Monnaie en Bruselas. Continuó su carrera en Francia, donde trabajó para Chorégies d’Orange y la Opera de Avignon. “Lo primero que entendí de esta obra es que Britten elabora un estilo musical sumamente preciso, apoyado en el Barroco, para Oberon, en la comedia musical para los cuatro amantes y en el teatro buffo para los rústicos. Está, además, lo onírico, y una partitura extremadamante bella, con un uso maravilloso de la coloratura, para Tytania. Con todos esos estilos musicales diferentes, el autor elabora uno propio y construye un espectáculo con un costado absolutamente mágico y otro totalmente terreno. La dirección de actores, al igual que el trabajo con el escenógrafo, va en esa dirección. Hay personajes y situaciones que tienen que ver con un mundo mágico y otros con aspectos mucho más teatrales, más dramáticos, más ligados a lo cotidiano e, incluso, a lo vulgar.”