¿Por qué hacia el final de El lector de Julio Verne se dice que la guerrilla fue “un error estratégico”?

–Esa fue la explicación que dio el Partido Comunista a su propia deserción. La guerrilla fue un fenómeno mucho más importante de lo que se suele pensar. En España llegó a haber hasta 45 mil guerrilleros en activo y una red de apoyo que, según algunos historiadores, llegó a tener más de cien mil personas. Toda la estrategia republicana era que, cuando acabara la guerra, los aliados iban a quitar a Franco del poder. Lo que pasó fue que los aliados en España dieron vuelta un axioma universal. Toda la vida se había dicho que “el amigo de mi enemigo es mi enemigo”, pero ellos dijeron: “El amigo de mi enemigo es mi amigo”. Franco se murió en la cama porque a Churchill le gustaba más Franco que los demócratas españoles. Esto no se dice, pero hay que ir diciéndolo. Los británicos opinaban que los españoles éramos unos bárbaros, para qué nos iban a dar democracia si nos venía mucho mejor un dictador que nos metiera en cintura. El Partido Comunista, con la ayuda del Kremlin, sostuvo esa guerrilla hasta el año ’47. Cuando los republicanos pensaban que el último cartucho que tenían era que la ONU condenara la dictadura y dijera que como Franco no abandonara el poder habría una intervención militar, la ONU lo que hizo fue regañarle un poco como una madre blanda. Cuando Franco supo que no corría peligro, decidió acabar con la guerrilla. En el ’48 Stalin dijo que la guerrilla fue un error estratégico porque no había servido para provocar el efecto deseado. La dictadura de Franco va a ser larga, por lo tanto lo que conviene es infiltrarse. El problema es cambiar de estrategia cuando tienes 40 mil tíos en el monte que han estado luchando porque tú les has dicho “lucha y resiste”. Muchísimos guerrilleros se sintieron muy abandonados.