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“El tabú fundamental respecto del sexo de esta sociedad es el sexo en sí. Aunque en Latinoamérica muchos se hacen los liberales, el tabú es hablar de sexo directamente. Sólo se habla en doble sentido, en broma, o se muestra mucho. No se habla de cómo se encuentra el punto G, cómo estimular mejor a la pareja. Es una sociedad hipócrita. Se muestran muchas chicas con minibikinis, se ven lolas continuamente, pero en la región se arma un escándalo terrible cuando aconsejo determinados métodos masturbatorios. Creo que el conocimiento sexual promedio se mantiene: ni antes hubo ni ahora hay conocimiento real sobre sexo. La diferencia es que ahora se practica más abiertamente lo que antes se hacía a puertas cerradas. El conocimiento sobre la sexualidad no evolucionó de la misma forma que la práctica. El conocimiento es poder y cuanto más sepamos sobre sexo, mejor nos vamos a relacionar a nivel sexual. No es causalidad que en países como Suecia u Holanda, que tienen educación sexual completa, las estadísticas de embarazos no deseados y de transmisión de las enfermedades son menores que en los países donde no se da educación sexual.”