El proyecto Letras dibujadas significó para mí un retorno hacia ciertos momentos especiales de la vida. En este tiempo de transición, la creencia en que algo milagroso pueda suceder se traduce en este proyecto como pura posibilidad de ser. Mi recorte se basó en la obra solista de Gustavo Cerati porque creo que canciones como “Crimen”, “Cactus”, “Tabú”, “Amor amarillo”, “Ahora es nunca”, entre otras, poseen en su composición letrística imágenes que dialogan mágicamente con la figuración de mi obra. Siempre pensé que trabajar con un material tan fluido como la acuarela, con su transparencia y luminosidad, era vital para transmitir el sentido de cada verso.

Durante meses, escuché los temas y los traduje en trazos, aguadas y manchas. Así, a partir del desvío y el encuentro constante, nacieron las formas que dieron lugar a este libro.

Nadie sabe que una mirada, un árbol, un lago en el cielo o un cactus se entregan al sol volviendo luminosa la oscuridad que llevamos dentro.