Aunque la carrera de Francella es más prolífica, extensa y reconocida, en los últimos años Peña se transformó en un referente de la comedia televisiva, cuando a partir de sus protagónicos en “La niñera” y “Casados con hijos” se convirtió en la actriz argentina más experimentada de la sitcom. Sin embargo, tanto una como otro admiten sus ganas de interpretar papeles por fuera del registro de comedia que transitan desde hace años. “El actor de comedia es el más fácil de ser encasillado: ningún productor quiere desaprovechar a un humorista probado. Me encantaría hacer algún papel dramático. No le tengo miedo al cambio, siempre que se presente un buen guión. Además, para un actor el drama es mucho más sencillo de hacer que la comedia”, señala Francella, que en los últimos años sorprendió en “Tiempo final” interpretando a un asesino. “En mi caso –cuenta Peña–, tengo una carrera bastante ecléctica. Lo de la comedia surgió no hace más de cuatro años, pero yo he hecho de todo. Me ocupo de que el riesgo sea parte de mi carrera. Lo que pasa es que la TV es un negocio distinto, que va a lo seguro. Tal vez sean el teatro y el cine los lugares donde uno se atreve a probar otro tipo de cosas. La tele te encasilla mucho más. También es cierto que no hay muchos referentes del humor, por lo que las propuestas que nos llegan son en su mayoría de ese género.” Aunque hizo algunas películas, la incursión de Francella en la pantalla grande siempre fue a través de la comedia. “Muchas veces pasa –analiza el actor– que en determinado cine de autor pareciera ser mejor que los actores pasen inadvertidos, para que el espectador haga más foco en la trama. Se piensa que alguien muy fuerte a nivel popular puede desvirtuar el objetivo del director. Y eso perjudica a los actores populares o televisivos. Pero tengo muchas ganas de hacer cine. Sé que va a llegar ese momento.” Y Peña, como en “Casados...”, lo acompaña en esa idea del actor. “Hay una resistencia –agrega– de ciertos críticos, y de cierta intelectualidad, de creer que la masividad es sinónimo de mediocridad. Y la verdad es que puede haber coincidencia entre la masividad y el talento, no son excluyentes.”