En un año en que publicó siete libros, ¿está siguiendo el “modelo César Aira”, un autor que suele publicar muchos libros por año en distintas editoriales?

–Me interesa que exista un escritor como Aira, que sea argentino y esté acá. Y no estoy poniendo una limitación o una tranquera al usar la palabra interés (risas). El sistema descriptivo que Aira despliega en sus novelas es casi un acto de vanguardia estética. Aira es un autor cargado de lirismo, ¿no? Más lo leo y más me doy cuenta de que es un autor casi único en la literatura argentina, y eso me hace volver una y otra vez a sus libros. Como escritor, para mí Aira no es un problema. Me parece que es un gran escritor y yo lo disfruto muchísimo.