Rodrigo de la Serna se mete de lleno en la piel de un Rosas mítico, y este desafío coincide con su debut como director teatral. Su versatilidad en la interpretación y su capacidad de asumir riesgos no se le escapan a ningún espectador que haya tenido la posibilidad de verlo en acción. Y si de personajes históricos se trata, a De la Serna no le falta experiencia. En 2004, interpretó a Alberto Granado, el compañero de ruta del Che Guevara, en la multipremiada Diarios de motocicleta, la película biográfica basada en los diarios de viaje del Che. Más tarde llegaría un protagónico, en 2010, con Revolución: El cruce de los Andes, donde interpretó a José de San Martín. Pero la pantalla grande le reserva otro desafío. Próximamente se lo verá en el papel de un joven Jorge Bergoglio en la película Llámenme Francisco, del director italiano Daniele Luchetti, que contará la historia del papa Francisco. Este papel supone una mayor dificultad que los anteriores, según De la Serna, por la trascendencia que tiene en la actualidad la figura del primer Papa latinoamericano. “Interpretar a Bergoglio es más difícil porque está vivo y es la cabeza de la Iglesia Católica”, dice al respecto, y diferencia este trabajo de su representación teatral actual: “El caso de Rosas es distinto porque hay una fantasmagoría que me protege”. Enfocado en El farmer, y en sus futuras apariciones cinematográficas, el actor asegura: “Siempre hay un riesgo extra al momento de interpretar alguna figura histórica, pero es un ejercicio maravilloso y apasionante”.